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martes, 15 de septiembre de 2020

Aquí, allá y en todas partes: Hugo Mujica y la poesía que se hace con la sutil constancia del silencio

por Carlos Esteban Cana

La primera vez que escuché el nombre del poeta argentino Hugo Mujica fue en un recital del escritor Ángel Darío Carrero (QEPD). Luego adquirí su libro “Kyrie eleison”, un método de meditación cristiana. Años después, en el 2012, tuve la oportunidad de dialogar con él en The Poet’s Passage del Viejo San Juan. En esa ocasión Mujica llegaba al Archipiélago Boricua como uno de los poetas internacionales invitados al IV Festival Internacional de Poesía de Puerto Rico.

Con una experiencia de vida que le lleva de Buenos Aires al Greenwich Village en el Nueva York de los años 60 y toparse con artistas de las artes plásticas mientras se desarrollaba como pintor, Mujica también frecuentó personalidades de la cultura como Timothy Leary y Allen Ginsberg, que le vinculó al gurú Swami Satchidananda de quien fue discípulo. 

Más adelante, luego de cerrar su experiencia en Nueva York asistiendo al memorable Festival de Woodstock, ingresó al Monasterio Trapense de Saint Joseph en Spencer, Massachusetts donde hizo un voto de silencio durante siete años en los que va naciendo su pasión por la poesía. Desde su primer poemario “Brasa blanca” publicado en 1983, hasta “A las estrellas lo inmenso”, su obra más reciente bajo el sello editorial Visor, Hugo Mujica ha vinculado el arte del verso y la metáfora a la mística cristiana y oriental. En trece libros en el género el poeta despliega sus indagaciones filosóficas y espirituales sin menoscabar el proceso artístico. En su poesía nada suena a prédica o larga homilía señalando la culpa de pecadores desde un púlpito. Más bien prevalece lo contrario, el suave sonido de un riachuelo, la pincelada casi transparente del poema breve cercano al aforismo, tal como lo evidencia su libro “Cuando todo calla” (Premio Casa de América 2013).

Una reflexión conocida de Hugo Mujica y reproducida en Internet da idea de su particular acercamiento al oficio: “Un poeta, un creador, es quien, escuchándola, deja que la vida le cuente lo que ella aprendió viviéndolo”.  

En esa misma dirección, durante una entrevista reciente con Gonzalo Escarpa en el programa Ámbito Cultural d’ El Corte Inglés, Hugo Mujica sumó otras reflexiones sobre su poética: “En la vida yo me muevo en un nivel de esencialidad. Lo cotidiano es ruido. Mi relación con la realidad desde siempre fue estética; siempre busqué la belleza. El poema es o no es, puede ser largo o puede ser corto, pero tiene que hablar de eso”.

Hace ocho años, motivado por la visita de Mujica a Puerto Rico, me di a la tarea de explorar su obra. De ese sosegado ejercicio de lectura nace esta breve selección que les presento.

*

44.

como                                                        

un ciego llamando luz
al trueno
 
mi decir
lo que el silencio nombra

                                    de Brasa blanca (1983)

*

13.

llueve,
semillas de agua siembran
verde en los muros

un gato salta techados
y una rosa blanca entre
                       enrojece al ocaso

                        de Sonata de violoncello y lilas (1984)

*

33.

como llegando donde uno partió
pero después, después
                       de no haber partido

o como cuando la palabra ya no ora la oración,
                                                                 ora la palabra

                        de Responsoriales (1986)

*

6.

entre la raíz y la flor
me fue dado abrazar el tallo

tus espinas que no piden agua
            me salvarán de las rosas


                  de Escrito en un reflejo (1987)

*

Sin ecos

Uno puede ampararse del miedo escribiendo “miedo”, como para tener miedo a algo, miedo a escribir, no terror de nada, de no escribir “nada”. De vivir sin ecos, como hablan los marinos en alta mar, como rezan los que son escuchados.

                                    de Paraíso vacío (1992)

*

La misma noche, un mismo sueño

cada uno cava en uno  
                        la casa del otro

el imposible hogar
de todo exiliado;

cada otro nos pide la palabra
que no tenemos

la que diga lo que dice
sin decir despedida

la esperanza de dar
lo que siempre hemos pedido.

unos y otros la misma noche,
cada noche
un mismo anhelo: 

 brindar chocando otra copa
                   sin que el cristal se nos quiebre.

de Para albergar una ausencia (1995)

*

Desde donde partí


al final,
cuando me encuentre sobre un andén
de trenes que no paran,
de viajeros
que miran sin decirme adiós
                                         con las manos 

habré llegado 
hasta donde siempre estuve; 

al niño descalzo que contempla la lejanía
temblando en la playa

al borde de la vida
a la urna de la espera. 

al final, cuando la desnudez
sea otra vez inicio
pido morir como mueren los mendigos:
meciendo la soledad del mundo
                                         en el hueco de la mano. 

                                    de Noche abierta (1999)

 *

En plena noche

También en plena noche
la nieve
se derrite

y la lluvia
cae
sin perder su transparencia.


Es ella, la noche,
la que nos libra de los reflejos,

la que nos expande
las pupilas. 

Lo que busca con su bastón
                             el ciego es la luz, no el camino.

                                    de Sed adentro (2001)

*

Temblor

Una hoja, rojiza,
tiembla
 
es otoño
y el sol va entristeciendo su paso
                                         por mi ventana.

Algo,
cada instante se detiene,
                          algo es ya siempre nunca;

el final es siempre un combate:
                                         el de no aferrarse a las armas. 

                                    Casi en silencio (2004)

*

Entrega

Sin ecos,
en una tierra sin nombre,
un arroyo
murmura su paso,
                            trasparenta su huella.

Ajena a sí nace la entrega,
                     adentrándose en la noche
                                                    se borra la propia sombra.  

                                    Y siempre después el viento (2011)

*

(Confesión

El poema, el que anhelo,
el que aspiro,
es el que pueda leerse en voz alta sin que nada se oiga.

Es ese imposible el que comienzo cada vez,
es desde esa quimera 
                          que escribo y borro.)
 
                                   Y siempre después el viento (2011)

*

Solo al final

Las dos orillas,
son siempre una, pero se sabe sólo al final 
                          después, después de naufragar entre ellas.

________________________________

Carlos Esteban Cana – Comunicador y escritor.  Nació en Bayamón, Puerto Rico, pero se crió en el pueblo costero de Cataño. Fundador de la revista y colectivo TALLER LITERARIO, publicación alternativa que marcó la última década de creación literaria boricua en el siglo XX.  Ha trabajado en el Instituto de Cultura Puertorriqueña como Coordinador Editorial, Director de Prensa para la V Feria Internacional del Libro de Puerto Rico y como Coordinador de Medios para el Encuentro de Escritores De-Generaciones.  Su periodismo cultural ha sido publicado en periódicos y publicaciones como Dialogo, Cayey, CulturA, El Nuevo Día, y Resonancias, entre otras.  Fue parte del colectivo El Sótano 00931.  Colaboro con el poeta Julio Cesar Pol, junto a Nicole Cecilia Delgado y Loretta Collins, en la antología Los Rostros de la Hidra.  

Su periodismo cultural es reproducido en diversos espacios y bitácoras cibernéticas, con columnas como: Breves en la cartografía cultural; Aquí allá y en todas partes; Crónicas urbanas y el boletín En las letras, desde Puerto Rico, en bitácoras como ConfesionesSólo Disparates, Panaceas y placebos, Boreales, Revista Isla Negra y en periódicos como El Post Antillano.  Tiene tres libros publicados: Universos (micro-cuentos); Testamento (antología poética; una selección de 46 cuadernos) y Catarsis de maletas (cuentos).  Actualmente reside en la ciudad de Nueva York y desarrolla la plataforma multi-mediática Servicios de Prensa Cultural.  Para Carlos Esteban Cana profesar creación y cultura es como recibir oxígeno; vehículos que le permiten ejercer su libertad.

lunes, 17 de agosto de 2020

Aquí, allá y en todas partes: Paul McCartney en 112 canciones

por Carlos Esteban Cana

Con Paul McCartney uno puede decir que su obra está por encima de cualquier premio de turno que le otorguen. Como ningún otro artista en la música popular ha mantenido una consistencia de excelencia que lo coloca en el panorama de los grandes artistas del siglo XX y lo que va del XXI. Desde que conoció a John Lennon en 1957 este músico y compositor inglés nacido en Liverpool el 18 de junio de 1942 ha demostrado al Planeta que su pasión es crear, y de qué manera. Ha viajado a las principales ciudades del globo terráqueo llevando su música como Beatle, como capitán de Wings, como solista y también colaborando con músicos e intérpretes de diferentes géneros musicales. En Latinoamérica los músicos más importantes como Silvio Rodríguez, Rubén Blades o Juan Luis Guerra han manifestado, de una u otra forma, su admiración por Paul. Podríamos decir mucho más pero para fines de esta introducción solo añadiremos que entre 1962 y 1970 la dupla de compositores Lennon-McCartney lanzó al mercado musical 180 canciones, distribuidas principalmente en sus propias producciones discográficas, aunque son innumerables las versiones (covers) que infinidad de artistas han hecho de las mismas. Sin embargo, siempre es importante puntualizar que la magia de los escarabajos está sobre todo en la suma de las partes, en lo que lograron como conjunto. 

Desde los 14 años, en 1956, con I lost My Little Girl, McCartney lleva 64 años componiendo, pasión a la que ha dedicado más tiempo durante la presente pandemia por estar libre de las giras musicales con su conjunto. En este preámbulo enumero 112 canciones que evidencian su maestría y genialidad; ya en las próximas entregas focalizaré sobre los álbumes a las que pertenecen tales canciones y ofreceré detalles sobre cómo se dio el proceso creativo, considerando aspectos como letra y contenido, melodía, estructura y armonía, o la forma de interpretar las mismas. Como primera provocación a los lectores dejo sobre la mesa la siguiente pregunta: ¿Si Paul McCartney hubiera dejado su legado con lo que realizó como integrante de Los Beatles durante la década de los sesenta, la crítica especializada lo consideraría hoy como el músico y compositor más exitoso en la historia de la música popular? Con esta serie de reportajes intentaremos contestarlo.


The Beatles/60’s

1. I Saw Her Standing There


https://www.youtube.com/watch?v=UxL87Tfy7XY


2. All My Loving

3. And I Love Her

4. Things We Said Today

5. Can’t Buy Me Love


https://www.youtube.com/watch?v=srwxJUXPHvE


6. I’ll Follow The Sun

7. What You’re Doing 

8. The Night Before

9. Yesterday


https://www.youtube.com/watch?v=wXTJBr9tt8Q


10. We Can Work It Out

11. I’ve Just Seen A Face

12. I’m Looking Through You

13. Paper Back Writer


https://www.youtube.com/watch?v=yYvkICbTZIQ


14. Eleanor Rigby

15. Here There And Everywhere

16. Got To Get Your Into My Life


17. Penny Lane


https://www.youtube.com/watch?v=S-rB0pHI9fU


18. Sgt. Pepper Lonely Hearts Club Band

19. She’s Leaving Home

20. A Day In The Life


https://www.youtube.com/watch?v=usNsCeOV4GM


21. Hello Goodbye


https://www.youtube.com/watch?v=rblYSKz_VnI


22. The Fool On The Hill

23. Your Mother Should Know

24. Lady Madonna


https://www.youtube.com/watch?v=uLRiGX3L-kw


25. Hey Jude


https://youtu.be/A_MjCqQoLLA


26. Back In The U.S.S.R.


https://www.youtube.com/watch?v=nS5_EQgbuLc


27. Ob-La-Di Ob-La-Da

28. Why Don’t We Do It In The Road?

29. Blackbird

30. Mother Nature’s Son

31. Helter Skelter

32. All Together Now


https://www.youtube.com/watch?v=SM8S4Y7FPMk


33. Let it Be

34. The Long And Winding Road

35. I’ve Got A Feeling

36. Get Back

37. Oh! Darling

38. You Never Give Me Your Money

39. She Came In Through The Bathroom Window

40. Golden Slumbers/ Carry That Weight/ The End


Wings/70’s


41. Maybe I’m Amazed


https://www.youtube.com/watch?v=cdDPR8GzXy8


42. Ram On

43. Uncle Albert

44. The Back Seat of My Car


https://www.youtube.com/watch?v=nKsgckliB84


45. Mumbo

46. Wild Life

47. Hi Hi Hi


https://www.youtube.com/watch?v=LzNo8-3awcM


48. Live and Let Die


https://www.youtube.com/watch?v=ZsMzwqPZn7s


49. Band On The Run


https://www.youtube.com/watch?v=WyPc_5FPfX4


50. Mrs. Vandebilt

51. Mamunia

52. Nineteen Hundred And Eighty Five


https://www.youtube.com/watch?v=7xM7vq40cOU


53. Venus And Mars (reprise)

54. Call Me Back Again

55. Listen to What the Man Said


https://www.youtube.com/watch?v=YxslbXDBmaY


56. Silly Love Songs


https://www.youtube.com/watch?v=wh15LOppcWQ


57. Cafe on the Left Bank

58. Deliver Your Children

59. Famous Groupies

60. Name and Address

61. Mull of Kintyre


https://www.youtube.com/watch?v=OrbuDWit1Co


62. Coming Up (Live at Glasgow, 1979)


https://www.youtube.com/watch?v=fpJ3AajaMaQ


Paul McCartney 1980-1997

63. Bogey Music

64. One Of These Days

65. Tug of War


https://www.youtube.com/watch?v=s8IL9QW8keU


66. Wanderlust


https://www.youtube.com/watch?v=Od5JgUOZYEc


67. The Pound is Sinking

68. Say Say Say (with Michael Jackson)


https://www.youtube.com/watch?v=Hq5KAdWJiWY


69. Keep Under Cover

70. Average Person

71. No More Lonely Nights


https://www.youtube.com/watch?v=y3Xn9A4Negk


72. Spies Like Us

73. However Absurd

74. Only Love Remains

75. Angry

76. My Brave Face


https://www.youtube.com/watch?v=0Ty8NTNj6JI


77. Put it There

78. That Day is Done

79. Hope of Deliverance


https://youtu.be/9quEmUZ3-7Y


80. Get Out Of My Way


https://www.youtube.com/watch?v=AKKNETjJqTA


81. Wine Dark Open Sea

82. Songs We Were Singing

83. If You Wanna 

84. Somedays

85. Young Boy

86. Calico Skies


https://www.youtube.com/watch?v=IHHxYl75eu8


Paul McCartney 1998-al presente

87. Run Devil Run

88. Vanilla Sky


https://www.youtube.com/watch?v=-0W4tl6bMJo


89. About You

90. Rinse The Raindrops


https://www.youtube.com/watch?v=VguEpMf-Rt0


91. Friends to go

92. English Tea


https://www.youtube.com/watch?v=epULE-0i7Q8


93. Follow Me

94. Anyway

95. That Was Me

96. House of Wax


https://www.youtube.com/watch?v=48FfjqPW3XM



97. Sing The Changes


https://www.youtube.com/watch?v=0wQmHhlZlfg


98. Sun Is Shining

99. Dance 'Till We're High

100. (I Want To) Come Home


https://www.youtube.com/watch?v=DIgwLW0YlqA


101. My Valentine

102. Only Our Hearts

103. Baby’s Request (2012)

104. Cut Me Some Slack (with Grohl, Novoselic & Smear) 


https://www.youtube.com/watch?v=7a8j_LEryAs


105. Save Us

106. On My Way To Work

107. Queenie Eye


https://www.youtube.com/watch?v=5CfLUmVso30


108. Early Days


https://www.youtube.com/watch?v=CZyE_cotPTM


109. Hope For The Future

110. FourFiveSeconds (with Kayne West & Rihanna)

111. Who Cares


https://www.youtube.com/watch?v=7WOb6ePqjIE


112. Despite Repeated Warnings


https://www.youtube.com/watch?v=8VUPZnpYhbo

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Carlos Esteban Cana – Comunicador y escritor.  Nació en Bayamón, Puerto Rico, pero se crió en el pueblo costero de Cataño. Fundador de la revista y colectivo TALLER LITERARIO, publicación alternativa que marcó la última década de creación literaria boricua en el siglo XX.  Ha trabajado en el Instituto de Cultura Puertorriqueña como Coordinador Editorial, Director de Prensa para la V Feria Internacional del Libro de Puerto Rico y como Coordinador de Medios para el Encuentro de Escritores De-Generaciones.  Su periodismo cultural ha sido publicado en periódicos y publicaciones como Dialogo, Cayey, CulturA, El Nuevo Día, y Resonancias, entre otras.  Fue parte del colectivo El Sótano 00931.  Colaboro con el poeta Julio Cesar Pol, junto a Nicole Cecilia Delgado y Loretta Collins, en la antología Los Rostros de la Hidra.  

Su periodismo cultural es reproducido en diversos espacios y bitácoras cibernéticas, con columnas como: Breves en la cartografía cultural; Aquí allá y en todas partes; Crónicas urbanas y el boletín En las letras, desde Puerto Rico, en bitácoras como ConfesionesSólo Disparates, Panaceas y placebos, Boreales, Revista Isla Negra y en periódicos como El Post Antillano.  Tiene tres libros publicados: Universos (micro-cuentos); Testamento (antología poética; una selección de 46 cuadernos) y Catarsis de maletas (cuentos).  Actualmente reside en la ciudad de Nueva York y desarrolla la plataforma multi-mediática Servicios de Prensa Cultural.  Para Carlos Esteban Cana profesar creación y cultura es como recibir oxígeno; vehículos que le permiten ejercer su libertad.

miércoles, 17 de junio de 2020

Apertura total

por  Caronte Campos Elíseos



Comenzamos la tercera fase de la apertura y flexibilización del confinamiento, entrando en la temporada de huracanes.  Para efectos prácticos podríamos decir que estamos en apertura total (aunque yo piense quedarme en el auto exilio).  Después de noventa días aislados en el ostracismo casero, por fin nos abrieron las compuertas para salir en carrera.  En tiempo record tenemos playas contaminadas, muertes en ascenso en accidentes de tránsito y tiroteos; robos, escalamientos, desaparecidos en corrientes de ríos, calles con embotellamiento, etc.  Amén de la locura individual y el permanecer engolfados en los problemas personales (al menos en mi caso particular).  Así que puedo decir sin que me quede nada por dentro: “el pueblo está en la calle con todo su esplendor”.  Es admirable como un país entero tiene la valentía de confiar en su gobierno, aun cuando este demuestra incapacidad, negligencia y apatía por su salud y seguridad.  Al menos podemos asegurar que los políticos no solo tienen capacidad para desaparecer las riquezas nacionales, sino que también pueden, como por arte de magia, desaparecer los casos positivos a COVID, en millares.  Cual acto circense, nos asombramos y aplaudimos el espectáculo.  Acto seguido, salimos a la calle sin certeza sobre a cuál de los listados nos van a inscribir con los resultados de las pruebas; a los positivos, a la de los positivos probables o los falsos negativos.

Pero esta apertura total no solamente ha liberado al pueblo desenfrenado y a un gobierno hambriento de medro público; también ha puesto de manifiesto los síntomas de un virus centenario y que nunca ha recibido tratamiento.  En lo que va de semana, hemos presenciado el resurgimiento de un mal social solapado por el “establishment”.  Los ataques racistas contra vecinos del barrio, la burla racista en medios de comunicación contra una mujer negra y el nombramiento de un funcionario público acusado de insensibilidad hacia los menores y de racista; evidencian lo retrogrado y la hipocresía de la sociedad puertorriqueña.  Abiertamente consentimos estos comportamientos.  Algunos los toman como bromas inocentes, otros como exageraciones o malas interpretaciones; muchos dicen que son majaderías de los negros; y los demás, simple y llanamente se muestran indiferentes a la realidad. 

@frankippolito
Pero evidentemente, lo que se percibe cada vez más abierto, es la brecha profunda entre la utopía de un país socialmente estable, organizado y civilizado; y la cruel y cruda realidad de un pueblo históricamente manchado por los prejuicios, la negación de su origen racial y la pobre autoestima nacional.    Vivimos un espejismo de normalidad que nos entretiene y nos polariza en nimiedades, mientras se perpetúa el Status Quo.  Ese que nos divide en función de razas, colores, géneros, poder adquisitivo, preferencias sexuales, entre otras formas de segregación.  Lo peor de todo es que las instituciones gubernamentales discriminan impunemente a base de estos criterios contra sus propios constituyentes.  Los zafacones azules pintados con mensajes ofensivos, las muñecas chismosas en televisión con ataques despectivos, y los funcionarios “chatiando” sobre las vicisitudes de una menor de 11 años; solo son el reflejo de un sistema infectado por la corrupción y la ausencia de ética y moral.  La falta de valores cae como cascadas ensangrentadas hasta correr por nuestras mestizas venas como pulso que golpea, arrastra y ahoga la inteligencia.  Demás está decir que somos reflejo de la metrópoli.  Mimetizamos, cual ancestral colonia, todos los comportamientos del imperio.  Los mismos que manifiestan en producciones cinematográficas donde purgan la sociedad depurándola de todos los rasgos estigmatizados como despreciables.  Un primer mundo que demoniza las diferencias.

Hasta que no haya una apertura a la verdad; apertura a la historia de nuestro origen y procedencia; una apertura genuina de aceptación de nuestra realidad, no tendremos el coraje de asumir posturas contra esos prejuicios que ofuscan el buen sentido e inducen al pensamiento común y mediocre.  Mientras no llegue el momento en que tengamos una apertura total a nuestra conciencia colectiva, seguiremos actuando como “buenos” hermanos del génesis cristiano.

¡Levántate y anda! 

sábado, 30 de mayo de 2020

Aquí, allá y en todas partes: Rosa Montero y el arte de la novela, en sus propias palabras (Segunda parte)

por Carlos Esteban Cana


Durante estas semanas de confinamiento por la pandemia que vivimos, la escritora española Rosa Montero ha estado muy activa desde sus redes sociales en conversatorios que van desde la literatura de viajes (a la que hicimos referencia en la edición anterior), la ciencia y el mundo de las letras, la literatura y la vida, hasta una videoconferencia que vinculaba a escritores del Grupo Planeta con el título “Autores en cuarentena” para el festival literario Centroamérica Cuenta.  También Montero ha sido consecuente en sumar valiosas reflexiones sobre esta extrema situación global desde su columna semanal “Manera de vivir” en el periódico El País. Sin embargo, lo que más me ha conmovido de lo que Rosa Montero ha hecho recientemente, fue escuchar un texto suyo en voz de Begoña Maestre, con música de Eduardo del Amo, en el video del cineasta Pepo Madruga titulado “Enciende una vela: Homenaje a las víctimas del COVID19”.  El texto de tal cortometraje comienza y reza de esta manera: “Por todos los que se ha ido, llevándose un pedazo del mundo con ellos.  Por todos los que se han quedado con un agujero en el ánimo, y con las palabras que no pudieron decir y los besos que no pudieron dar, atragantados.  Por todo el sufrimiento padecido y por el desfiladero que aún nos queda por atravesar.  Unamos nuestras voluntades y nuestros corazones para celebrar este homenaje.  Cada uno de los muertos, es nuestro muerto.  Compartimos el dolor de los deudos y la añoranza de nuestros seres queridos.  Siempre estarán en nuestra memoria porque recordarlos es revivirlos.  No son números, son personas”.  Y aquí les comparto el enlace a ese video.


A continuación, en esta segunda parte dedicada al conversatorio que Rosa Montero sostuvo con estudiantes, profesores y lectores en la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico en el 2004, retomamos el párrafo final de la primera parte para contextualizar lo que prosigue.  En los párrafos que siguen escucharemos a Montero reflexionar sobre el tipo de escritor que encuentra en su propia vida materia prima para sus novelas.  También habla sobre temas como la imaginación y la locura, y si es rentable ser escritor a tiempo completo.

 Rosa Montero y el arte de la novela, en sus propias palabras. (Segunda parte)

Puedes escoger a esos personajes que no tienen nada ver contigo y llegas a luchar para entenderlos y meterte. Que sería el caso de Flaubert con su Madame Bovary, que recordareis que se pasó como cinco o seis años, y escribía cartas desesperadas porque decía: “¿Qué hago yo escribiendo sobre estos burgueses de mierda?” Decía exactamente así: “No les entiendo. No me importa nada. ¿Por qué me he metido a escribir esta novela?” Y al final, cuando termina de hacer su maravilloso libro, por otra parte dijo esa frase famosa deMadame Bovary soy yo, que por lo que he visto además es una frase apócrifa y que no la dijo nunca. Pero que no importa, aunque sea una frase mentirosa y que no la dijera nunca es una frase verdadera porque, sin duda, se sentía así. Sin duda Flaubert sintió que Madame Bovary era él.

La otra sería todo lo contrario. Tú puedes escoger. No es obligatorio que hagas una u otra. Estoy hablando de dos de las diversificaciones del camino de tu escritura. Y la otra, el extremo contrario, sería partir de tu propia realidad y ser tan implacable con ella. Alejarte tanto como el científico que estudia a un escarabajo, estudiar tu propia realidad como el científico estudia un escarabajo como, simplemente, un ejemplo del ser humano, de lo que es el ser humano; ser tan implacable con eso que puedas llegar a sentirla como una experiencia común de los demás. Y llegas también a esa parte tan profunda que te pone en contacto con la vida de los otros. Esa sería, por ejemplo, la vida de Marcel Proust. Como sabéis Proust escribió En busca del tiempo perdido en la cual esta obra monumental se supone que habla de su historia personal pero en realidad no habla para nada de su historia personal. No habla de sí mismo. O Conrad, El corazón de las tinieblas de Conrad, que es una novela emblemática; metafórica, de la lucha del bien y el mal, de la lucha de la razón contra la locura. Pues en realidad cuenta una historia personal de Conrad.  ¿Conrad hizo todo eso? Da igual, conoció al loco que estaba arriba, no en las fuentes del Congo. Todo, todo eso lo vivió, pero no lo cuenta como una historia personal. Ha hecho de eso una historia común, una historia de todos. Cuando pierdes esa especie de control personal sobre lo que estás contando pues la novela va mucho más, se libera todavía mucho más, y va mucho más por su propio camino. Entonces a medida de que eres un autor maduro se va liberando mucho más esa novela y va por su propio camino. Y eso es lo que me ha pasado con La loca de la casa.

En principio quise hacer, diez o quince años atrás, un libro teórico, cuando surgió el huevecillo de La loca de la casa, sobre lo que era escribir y de repente apareció el título del libro en mi cabeza, que es una frase de Santa Teresa de Jesús: “La imaginación es la loca de la casa”. Entonces me di cuenta que no estaba escribiendo un libro sobre la creación literaria, sino que estaba escribiendo un libro sobre la imaginación, y la imaginación de todos porque la imaginación es la que nos permite vivir a todos la vida de cada día. El ser humano es un ser fundamentalmente fabulador. Y también un libro sobre la locura porque aunque la imaginación es salvadora, ésta bordea la locura. La frontera de la imaginación es la locura. No conozco a ningún ser humano que no haya tenido miedo a la locura, porque forma parte de nosotros. ¿No? Y es un libro, por lo tanto, también sobre la pasión amorosa que es la locura socialmente admitida. La única locura que se admite socialmente. De hecho, por eso se dice “me volví loco por esa mujer”, “me volví loca por ese tío”. O sea que es la única locura socialmente admitida. En fin, que se convirtió en otra cosa. Y se convirtió además en un juego narrativo. Ni siquiera era un ensayo, era una especie de artefacto narrativo que yo ofrezco al lector, lo invito a que juegue conmigo el juego de la imaginación.

Yo creo que uno se desnuda totalmente, pero no de una manera literal, no de una manera realista. Yo, por ejemplo, a mí no me gusta nada escribir en mis libros sobre mi propia vida. Así como Conrad hay ese otro tipo de escritores que pueden ser enormes y maravillosos, que de su propia vida hacen un símbolo universal. Pues esa no es mi vía. A mí no me gusta hablar de mis propias historias. Una de las cosas maravillosas que te ofrece el hecho de ser novelista es que te permite vivirte en otras vidas y es lo que a mí me interesa. Así que mis libros no tienen nada que ver, aparentemente, pero nada que ver; El corazón del tártaro, Bella y oscura, o La hija del caníbal, tampoco tienen nada que ver conmigo, aparentemente. Pero en el fondo, simbólicamente, tiene todo que ver. Te desnudas de una manera simbólica pero eso es muy difícil de desentrañar. Incluso para ti que lo has escrito, muchas veces no sabes por qué has escogido ese personaje y no otro. Qué representa para ti. ¿Por qué te persiguen determinadas obsesiones? Muchas veces no lo sabes. Las novelas son como los sueños de la humanidad y la relación del escritor con la novela es como la del durmiente con el sueño. Tú cuando sueñas por la noche, de repente puedes soñar que te salen unas alas rojas en la espalda y que vuelas por encima de Pekín. Bueno, eso no tiene nada que ver con tu vida. Ahora bien, durante ese sueño, tú sientes unas emociones poderosísimas. Por ejemplo, puedes tener ese sueño y estar llorando a lágrima viva con una angustia enorme o con una gran tristeza o puedes estar felicísimo o estar muerto de risa o puedes estar con miedo. Montones de emociones, a lo mejor fortísimas, mientras estás soñando. ¿Por qué son esas emociones tan fuertes? Porque verdaderamente ese sueño significa algo muy profundo tuyo. Es una parte de tu psiquis más profunda que está saliendo a la luz bajo esa forma metafórica. Pues con las novelas pasa igual. O sea, que lo que yo cuento tú lo lees y, desde luego, harás muy mal si adjudicas eso que cuento a mi vida, en la superficie, en el detalle, en la anécdota. Ahora en el significado profundo metafórico, simbólico, nos desnudamos todos, muchísimo. Escribir una novela para todo escritor es como sacarte un pedazo de hígado. Absolutamente. Es algo que viene de la parte más profunda tuya.

Aunque publiqué desde muy joven como periodista, porque empecé a trabajar con 18 años  como periodista, empecé a escribir mucho antes como narradora. Escribía ficción desde los cinco años, cosa que es bastante común. Muchos novelistas, muchos escritores hemos empezado a escribir en la niñez. Entonces siempre he escrito ficción. Y de hecho, yo hice periodismo y me dediqué al periodismo porque cuando llegó el momento de escoger un trabajo, algo para ganarme la vida, pues escogí el periodismo escrito; siempre escrito porque estaba cerca de mi gran pasión que era escribir. Ahora de que el periodismo me hiciera conocida porque empecé a trabajar en el periódico El País, que tuvo un gran éxito tras la muerte de Franco; surgió tras la muerte de Franco y entonces se convirtió en un gran éxito editorial y arrastró a la fama a una serie de periodistas que trabajábamos ahí siendo muy jóvenes. El hecho de que ese trabajo periodístico me hiciera famosa muy joven yo creo que me facilitó el hecho de publicar, eso sí. En aquel momento sobre todo era muy difícil publicar. Mucho más que ahora. O sea que, desde ese punto de vista, sí me facilito. Pero vamos yo estoy segura de que hubiera publicado antes o después con más o menos dificultades, pero que hubiera publicado también. Yo sé qué hubiera publicado antes o después. (El periodismo) me lo facilitó, quizás me hizo publicar antes. Así que algo de influencia… todo lo que hacemos tiene influencia. Claro, en lo que somos. No podemos imaginar lo que somos quitando una parte de tu vida y, sobre todo, una parte tan importante como la parte profesional que tanto tiempo y tanto trabajo te ha llevao.

Creo que es un grandísimo error abandonar un trabajo para dedicarte a vivir de la narración, de la ficción. Yo creo que la narrativa debe de ser un ámbito de absoluta libertad; es muy difícil mantener esa libertad. Ya tienes enormes presiones del ruido del mercado, de la presión para vender, para entrar en las listas de superventas; tienes que emplear una cantidad de esfuerzo increíble para contrarrestar esa presión, esos cantos de sirenas. Y si encima a eso le añades la presión tremebunda económica de tener que vender esa novela para comer y pagar la hipoteca… Pues entonces estoy segura, estoy segura, vamos, de que no escribes con la misma libertad. Te digo que yo tardo como tres o cuatro años en escribir una novela; pues si viviera de eso, evidentemente, a lo mejor, al año y medio publico una novela porque necesito un adelanto. Y publicaría una porquería porque no estaría hecho, porque no estaría madurao. Y también el tema. Es que cuando escribes tienes que olvidarte de las exigencias del mercado, pero si tienes que comer de eso seguro que te planteas: ¿Esto se va a leer? ¿Esto es demasiado arriesgao? Así que enorme rollo. Creo que un escritor que decide vivir de su escritura, y conozco casos, es una de las grandes posibilidades de acabarse como escritor. Así que hay que vivir de otra cosa. Yo en mi cosa del periodismo. Pero hay escritores que han sido todo tipo de cosas: médicos, ingenieros, carpinteros, cualquier cosa. Y creo que hay que mantener ese trabajo. Por eso yo sigo con el periodismo. He trabajado full time como periodista durante 25 ó 26 años, y ahora hace seis o siete años me despedí del periodismo. Y, afortunadamente, me he quedado con un contrato de colaboración lo cual me permite mayor libertad.

Tengo una columna en la última página, una vez a la semana. Un artículo largo en el suplemento dominical, dos veces al mes. Un artículo en el periódico Clarín, largo, una vez al mes, Clarín de Argentina está sindicado en otros periódicos de Latinoamérica. Y luego hago entrevistas y reportajes. No sabéis lo que trabajaba antes, como una salvaje; aparte de que estás escribiendo una novela. Lo que soy es una curranta como una galeota, estoy todo el día atada al ordenador como el galeote al banco del remo. Por ejemplo, estaba escribiendo una novela, Temblor, y te llamaban y te decían: “Vete a Rusia que se está hundiendo”. Era en el tiempo de Gorbachov y te pasas un mes en Rusia haciendo unos reportajes. Entonces en una situación como esa tienes que vaciar la cabeza de la novela. Y cuando vuelves es que te has ido de la novela completamente. Y te pasas mes y medio o dos meses escribiendo los reportajes que te encomendaron,  completamente afuera. Es que la novela ha desaparecido de tu cabeza. No has podido ni pensar en ella, porque además el trabajo periodístico es muy absorbente como tú bien sabes. Entonces pues, efectivamente, eso es muy turbador para tu escritura. De todas maneras se escribe así. Yo he escrito la mayoría de mis novelas así. Y no sólo yo. El 99% de las novelas que se han escrito en el mundo, se han escrito a las cinco de la mañana y en la mesa de la cocina, por así decirlo. Antes de irse a trabajar y que los niños están durmiendo y tal. Novelas de hombres y de mujeres. La escritura de novelas siempre ha sido vocacional y muy trabajosa, y compaginada siempre con otras cosas.

Es una cosa interesante este tema, porque la gente tiene una visión, una percepción del mercado muy distorsionada. Se cree que el escritor es esa cosa pues rutilante que sale en los medios de comunicación, en las televisiones y que va y que viene. Pues no, eso no es ser escritor. Si quiere ser eso está muy equivocado. No sólo no vas a ser buen escritor. Si alguien quiere ser escritor tiene que saber que consiste en escribir a las cinco de la mañana en la mesa de la cocina y punto. Y eso es ser un novelista. Eso hay que tenerlo claro, pues resulta que ganas un montón de dinero pero como abogado que es tu trabajo durante el día.  Con la escritura no se gana dinero, salvo tres o cuatro, muy pocos y es como una lotería; siendo novelista no se gana dinero.

A veces gano dinero con la novela. Pero de todas maneras muy poco. He tenido la suerte de tener un montón de éxito y de vender un montón, pero de todas maneras ganas muy poco relativamente. Primero porque escribes una novela cada cuatro años. Segundo porque lo que se gana, obteniendo mucho éxito es muy poquito. Y divídelo entre los cuatro años. Es ridículo. Sobre todo en lengua española y todavía en la nuestra que es muy grande. No te digo yo en otros idiomas. Bueno, y te traducen pero las traducciones normalmente se venden muy poco. Realmente no se puede escribir con la idea de hacerse millonario y de hacerse ni medianamente rico. Vive de otra cosa y gana tu dinero de otra cosa.

Para mí el periodismo es un género literario. Aunque en mi caso lo asumo como una profesión pero, sin duda, el periodismo escrito es un género literario. Ser lo que yo soy que es reportera que hace entrevistas, hace crónicas, reportajes, artículos, pues eso es un género literario. Y puede ser tan grande literariamente como la poesía, el drama, como el ensayo y la ficción. Por ejemplo, A sangre fría de Truman Capote es un pedazo de libro enorme; y puro y duro es un reportaje. O sea que, desde ese punto de vista, la cuestión es hacer bien el género. Incluso yo creo que hay periodistas que no son novelistas y que hacen periodismo literario que es un género en sí mismo. Pero me estoy acordando ahora, por citar solamente un ejemplo clásico, de Larra que es nuestro escritor romántico español más importante y sólo hizo periodismo. No hizo nada más que periodismo. Era un escritor que realmente lo sigues leyendo 150 años después y es delicioso y es maravilloso. Eso sí, es muy raro el escritor que cultiva un solo género. Normalmente son ensayistas y poetas como Octavio Paz y tal. Yo, por mi parte, me considero una escritora que cultiva el ensayo, la ficción y el periodismo. Y para mí el periodismo es mi trabajo y ese trabajo pertenece a mi ser social. Mi pasión, sin embargo, donde está mi corazón realmente es en la ficción.



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Carlos Esteban Cana – Comunicador y escritor.  Nació en Bayamón, Puerto Rico, pero se crió en el pueblo costero de Cataño. Fundador de la revista y colectivo TALLER LITERARIO, publicación alternativa que marcó la última década de creación literaria boricua en el siglo XX.  Ha trabajado en el Instituto de Cultura Puertorriqueña como Coordinador Editorial, Director de Prensa para la V Feria Internacional del Libro de Puerto Rico y como Coordinador de Medios para el Encuentro de Escritores De-Generaciones.  Su periodismo cultural ha sido publicado en periódicos y publicaciones como Dialogo, Cayey, CulturA, El Nuevo Día, y Resonancias, entre otras.  Fue parte del colectivo El Sótano 00931.  Colaboro con el poeta Julio Cesar Pol, junto a Nicole Cecilia Delgado y Loretta Collins, en la antología Los Rostros de la Hidra.  

Su periodismo cultural es reproducido en diversos espacios y bitácoras cibernéticas, con columnas como: Breves en la cartografía cultural; Aquí allá y en todas partes; Crónicas urbanas y el boletín En las letras, desde Puerto Rico, en bitácoras como ConfesionesSólo Disparates, Panaceas y placebos, Boreales, Revista Isla Negra y en periódicos como El Post Antillano.  Tiene tres libros publicados: Universos (micro-cuentos); Testamento (antología poética; una selección de 46 cuadernos) y Catarsis de maletas (cuentos).  Actualmente reside en la ciudad de Nueva York y desarrolla la plataforma multi-mediática Servicios de Prensa Cultural.  Para Carlos Esteban Cana profesar creación y cultura es como recibir oxígeno; vehículos que le permiten ejercer su libertad.