domingo, 1 de septiembre de 2013

El “Statu Quo”

por  Caronte Campos Elíseos


Pido disculpas, primero que todo, a los miles de asiduos lectores de Sólo Disparates (esto es una hipérbole... o tal vez, aspiraciones frustradas), por mi ausencia aparente en las últimas semanas.  Como ya había comentado estaba por salir de viaje, pero mi “amigo” y terapeuta pasmaron esos deseos.  No obstante, me sugirió que tomara unos días de vacaciones.  A tales efectos me recomendó un hotel, según él, muy conocido en Puerto Rico y que es el mejor para liberar tensiones, distraerse y alejarse de todos los acontecimientos perturbadores que nos acechan.  Así que, tomó su libreta de recetas y me prescribió la dirección, junto con el nombre de sus contactos en el afamado hotel.  Llegué puntual a la hora del registro, y como me habían anticipado, la atención y el servicio desde la entrada fueron de primera. 

Ya en la entrada me despojaron de gran parte de mis pertenencias (celular, computadora, tableta y demás tecnologías).  Me indicaron que era parte del paquete especial de la estadía recomendada por la persona que me refirió.  Enseguida me escoltaron a mi habitación, algo pequeña pero acogedora, con una cama sencilla pero cómoda.  Ambientada por una luz tenue y las paredes todas forradas con cojines cuadrados de color blanco.  Me indicaron que la seguridad del lugar era algo extrema para la tranquilidad de los huéspedes, y me entregaron un opúsculo con todas las normas a seguir durante la estancia.  Nada de visitas, cero comunicación con el “mundo” exterior, y total desconexión de los eventos diarios del país, es decir, sin noticieros ni periódicos con reportajes desconcertantes.  Entre los documentos recibidos estaba el itinerario a seguir, con horarios para los alimentos, las sesiones relajantes, y los periodos destinados para el esparcimiento mental.

Lo único que pude “colar” del otro lado fue un viejo libro que había guardado en la maleta entre mis paños menores (o sea, entre mi ropa interior).  Tal vez por eso en el “front desk” no se percataron que lo traía conmigo.  Un libro que ya cuenta con varios años (del 1997) y algunas páginas amarillentas, de un autor que ni siquiera conocía, José María Mardones.  ¿Su título? “Utopía en la sociedad neoliberal”.  Lo peor que hice durante mi aislamiento fue leer ese libro.  Atrajo, cual imán, a través de las alambradas murallas y de las paredes acojinadas, todas las “pendejaces” sociales que me aturden constantemente y que son la causa principal de mis delirios y de mis desórdenes mentales.  Liberó dentro de mi habitación (con aroma agradable a lavanda), la podredumbre del sistema que me atormenta cada día al despertar y que me mantiene tantas noches consecutivas sin poder dormir (mi insomnio es diagnosticado para el cual utilizo algún inductor de sueño).

De nada sirvieron los cuidados de tan amables meseras vestidas de trajes cortos blancos, que me servían los alimentos (pocos, pero buenos para una dieta balanceada).  Fueron en vano los cocteles de medicamentos que me ofrecían en cantidades exorbitantes para, “ayudar” con el proceso de relajación y enajenación de mis problemas y situaciones.  El libro y sus letras me adentraban cada vez más en esa realidad absurda que vivimos colectivamente.  Al punto que sentía que me señalaba y acusaba al decir que, nosotros asistimos (o sea, cooperamos) a una estrategia de justificación y legitimización de las realidades que actualmente conocemos.  Y que somos cómplices y a su vez victimas en ese “proceso de legitimización” que nos conduce a aceptar todo, tal y como nos lo presentan los que tienen el poder y los medios para crear, desarrollar e implementar procesos a su imagen y semejanzas, pero con falsas expectativas para los incautos soñadores (como yo).

No puedo negar que en algunas instancias decidía abandonar la lectura.  Incluso cruzó por mi mente la idea de quemar el bendito libro (pero recordaba que me habían incautado el encendedor con todo y cigarrillos improvisados en la entrada).  Pero el texto encuadernado me llamaba con sus poderosas palabras.  Como diría un gran amigo y hermano cartesiano, con su arte apalabrado me hipnotizaba.  Por eso para mí no era extraño, aunque sí lo era para los terapeutas voluntarios que no entendían, que a pesar de las terapias, los químicos, la ambientación tenue, la música suave y los aromas agradablemente asfixiantes, mi presión arterial y mis niveles de estrés continuaran en ascenso.

Mi persistencia peligrosa me inducía a continuar la lectura (total, ya no me dejaban salir de mi habitación).  Mientras, el autor seguía reiteradamente haciendo énfasis en nuestra disposición a consentir el esquema del mercado y el capitalismo desregulado. Esto independientemente de que la mayoría de nosotros no participe del mismo, ni manejemos ningún portfolio de acciones preferenciales ni de bonos asegurados (mi capital en este momento son, sólo dos centavos).  Haciendo hincapié en el hecho de que este sistema se mantiene inerte ante el canibalismo de los que poseen demasiado y quieren más, más y cada vez más; y en su neutralidad frente a la miseria de los que tienen poco y poseen menos, menos y cada vez menos.  Lo presenta como la culminación de nuestra estructura social, y como el final de la búsqueda de un estado de bienestar.  Ese estado donde todos supuestamente estamos bien.  Es decir, que después de la dominación del capitalismo, no solo en los mercados, sino también en todos los aspectos de la vida cotidiana y personal de cada uno de nosotros, no existe ninguna alternativa superior.  Mucho menos cuando ya todo lo que hacemos, decimos, y pensamos esta matizado con los signos de dólares y centavos, incluso en las relaciones personales y familiares.  Solo nos queda realizar nuestros mejores intentos de afinar y perfeccionar las formas en que este se conduce.  Sobre todo cuando en esta época, todos nosotros, incluyendo a los miserables (los que vivimos en la miseria) hemos elevado, hasta casi la santidad, el estado del momento actual de todas las cosas que conocemos. 

Admito que en este punto perdí el control sobre mis emociones y comencé a gritar y a darme de golpes contra las paredes del pequeño cuarto (ahora entiendo el motivo de  las paredes acojinadas).  De este episodio de histeria solo recuerdo hasta el momento justo cuando entró el personal de seguridad para evitar que me hiciera daño.  Luego de eso desperté un  poco mareado, con la sensación de que estuve en una especie de trance inducido por algunas de esas drogas ilícitas (de las que me despojaron en la entrada y las que me parece que allí no son tan ilegales).

Ya recuperado del “hang over” provocado, retomo la lectura (es que no recordaba lo que esto ocasionó la última vez).  El libro se adentra naturalmente en la globalización del “sistema único”.  Donde no solamente se apodera de nuestras vidas colectiva y privada, sino que se esparce como pandemia al mundo entero.  Logrando que países y naciones que antes habían obtenido éxito manteniendo un equilibrio entre sus ciudadanos, ahora ceden y se prostituyen ante el poder del capital mundializado.  De ahí, que estemos ante una nueva y estandarizada sociedad, y ante un hombre  nuevo recién nacido, adoctrinado y manipulado genéticamente para aceptar todo tal y como lo han establecido las elites dominantes.  Ciertamente, y como lo estipula el autor en sus líneas, son estos ricos y poderosos (algunas veces catalogados también como los más bellos) los que han establecido la norma y los modelos que el resto del orbe deben seguir, cual ovejas al buen pastor. 

Es que hasta la iglesia, también esparcida por todo el globo, envía el mensaje subliminal escondido constantemente en su homilía institucional, de que luches contra el mal.  Ese mal que te tienta a través de las imágenes difundidas por los medios masivos a querer tener, tener y tener.  A querer poseer aunque sea, una ínfima parte de lo que ostentan “Las 100 personas más influyentes del planeta”, según la revista de moda.  Su máxima cristiana es que resistas y venzas tu lado humano y débil,  que no caigas en la tentación  y tengas fe para que la fuerza de sus dioses, vírgenes y santos estén de tu parte (siempre que pagues el diezmo correspondiente).  Mientras tanto, su discurso santo, romano y apostólico está destinado a erradicar de nuestras mentes el pecado de la ambición, ya que su dios está con nosotros para proveer lo mínimo que cada persona necesita para una vida módica y digna.  Paralelamente, los olímpicos y los bendecidos por el sistema continúan acumulando riquezas a costa de los feligreses y del 93% de la población del mundo.  Esto, aunque de todos conocido es, que más cómodo pasara un camello por el ojo de una aguja que un millonario al reino que no es de este mundo (porque en este mundo el rico entra donde quiera).  Se desprende entonces del escrito de Mardones, que este discurso de las catacumbas, catequiza nuestras mentes para adoptar esta realidad inmutable.

El encuentro con tan providencial escenario me obligó a caer de rodillas, (no, no para orar), sino para recurrir a la apostasía y a la flagelación auto infligida.  En vista de que no había herramientas de tortura disponible para ello, opte por usar mis propias manos, cual látigos justicieros.  Dándome golpes en el pecho y espalda, incluso lanzando puños al pequeño acrílico por el cual sobrevenía una sensación de que en todo momento alguien del más allá me observaba.  Entonces entraron, esta vez el doble del personal, con armas en la cintura (les dije que la seguridad del lugar era muy buena), cual ángeles guardianes a evitar mi dantesco castigo.  Una vez más abro mis ojos con dificultad y con el mareo y el vértigo de aquel que despierta de una intervención quirúrgica.  Pero esta vez, despierto con una camisa blanca de mangas largas, muy bonita de hecho (aunque un poco incomoda, dado que mantenía mis brazos enredados).

Más tarde, en entrevista con una persona que dijo ser un gran amigo (al igual que aquel otro que me recomendó el lugar para el retiro), le confesé que estuve leyendo a escondidas.  Le entregué el libro y le pedí (casi le supliqué) que lo sacara de mi alcance, que lo alejara de mí.  Le expliqué a mi nuevo “amigo” que ese texto me hacía mucho daño, porque cada vez que leía sus letras despertaba con fuerte dolor corporal, hematomas y laceraciones, cual vía crucis expiatorio.  Tuve que resumirle todo su contenido para que entendiera el efecto que esto ha tenido en mi psiquis y en mi pensamiento.  Cómo ha contribuido a la introspección que realicé durante mi estancia, que me llevó a aceptar mi “Statu Quo”.  Ese que me mantiene sufriendo por  el estado actual de todas las cosas.  El mismo que no puedo cambiar porque no es solamente mío, sino de todos los que hemos seguido el juego, a conciencia o sin querer, de la realidad que nos han impuesto mediante sortilegios mediáticos, los millonarios de la Calle Pared y los de Madera Santa (Wall Street & Hollywood). 

Entendí finalmente con esta experiencia (al menos eso creo) que no puedo ir en contra de la corriente.  Que si no existe voluntad de nosotros todos y todas, y no surge una conciencia social de solidaridad ni una responsabilidad social colectiva basada en la ética y la moral, nuestro estado actual en desequilibrio será perpetuo.  Seguiremos siendo del sistema, los parias voluntarios sin resistencia alguna.  Condenando de esta forma, la esperanza, la justicia y la igualdad, a ser eternamente como lo son hasta el sol de hoy, representaciones alegóricas.


Afirmé en ese momento que no me voy a dejar vencer por las componendas de esta intriga institucional.  El anfitrión que me atendía se alegró mucho de mi avance y mejoría, e inmediatamente impartió instrucciones para que me escoltaran hasta la salida más cercana (ya terminaba mi paradisiaca estadía).  Al preguntar cuanto debía por sus magníficas atenciones, me indicaron que no adeudaba nada, ya que “Mi Tarjetita” cubrió todos los gastos.  Sólo me entregaron una correspondencia que dejó para mí alguien que dijo ser un gran amigo de la infancia católico-dogmática, y a quien negaron el paso al centro por no estar permitidas las personas extrañas a estos parajes vacacionales.  Se identificó como Angelo Negrón, un gran colaborador de Sólo Disparates, quien dejó para mí, Testamento, el último libro de otro gran colaborador de este espacio, Carlos Esteban Cana.  Agarré la funda de papel que guardaba el nuevo texto, con la certeza de que será para mí un oasis apalabrado.  Así las cosas, salí del lugar un poco más escuálido, con mi bultito lleno de recordatorios (me llevé la camisita blanca) y de provisiones dosificadas suficientes para mi supervivencia psicológica.  

Andando por allí, por el Camino Las Lomas de Rio Piedras, voy mirando y observando detenidamente todo hasta donde alcanzan mis ojos.  Pero más allá de ese punto, se pierde mi mente y retorna con el pensamiento taciturno de que, nada cambia y todo sigue igual; nadie cambia y todos seguimos igual.  Hasta que no logremos escapar de esa camisa de fuerza que nos mantiene con los brazos cruzados, atados a una zona cómoda, encerrados en cuartos oscuros de realidades impuestas y consentidas, éste que vivimos ahora será, nuestro “Statu Quo” eterno.  

¡Levántate y anda!


viernes, 16 de agosto de 2013

Juana Ramos y su tránsito poético: preámbulo a una conversación

Servicios de Prensa Cultural
por Carlos Esteban Cana


El nombre de la escritora salvadoreña, Juana Ramos comenzó a ser familiar para este servidor a raíz de su participación en el Festival Internacional de Poesía de Puerto Rico, hace dos años. Desde entonces y esporádicamente nos hemos encontrado en diversas latitudes y eventos culturales. Sin embargo, puedo decir que conozco mejor a esta Poeta latinoamericana cuando leí Multiplicada en mí, libro que publicó en el 2010, Artepoética Press, sello editorial del editor y escritor Carlos Aguasaco.

Sumergirme en sus páginas provocó que la sed por trazar su perfil como creadora aumentara, y aunque ya está en progreso una entrevista con Ramos,  presento como preámbulo una muestra de su obra, aquí, en el hogar cibernético del editor Caronte Campos Elíseos.

Para todos los amantes de la buena literatura y lectores de esta bitácora que continuamente nos arroja luz al final del túnel, la poesía de Juana Ramos. Que la disfruten.


En la oscuridad

Yo, me lo he propuesto, no voy a estrellar el universo contra el suelo para contarte que hoy mis noches son oscuras, mucho menos recoger un fragmentito de ese impacto para decirte lo que siento en una imagen, no volveré a tu espacio en busca de mis rastros, no voy a declarar que eres el todo de mis partes. No voy a desempolvar libros, ni a escudriñar desvanes, ni a entibiar sonrisas, tampoco cruzaré puentes para propiciar mi despedida. No alentaré memorias, no enterraré el cadáver de lo nuestro, no repartiré secretos, no justificaré este miedo que me impulsa a indagarte. No pienso columpiarme en el silencio al que me rindo y al que te he sometido, no voy a castrarte la mirada mientras tomamos un café, no voy a mutilarte la palabra con mis debilidades y recelos. Yo, como me lo propuse, te diré simplemente que te escribo desde esta oscuridad que me dejaste.

Sueño (Entre hadas)

En esta noche incipiente
me cuento los latidos que hacen falta
para encontrarte por casualidad.
Surges entre tanto procurarte,
mis caricias diletantes hallan eco,
y prontas se acomodan en tu espalda,
te dispersas en mis manos, te ensanchas,
te divulgas, te propagas, te prolongas
y pretendo dilatar tu despilfarro
entretener las doce campanadas
que te reducirán a escombro,
que te volverán ceniza.

El misterio de su muerte

Murió aquel día
de cuerpo entero
le diste muerte con dos sílabas,
murió en tu cama y en el sofá.
Murió de espaldas a tu dolor,
al insomnio de tus labios,
a la palabra tibia
insoslayable salvadora,
a tus miedos de espíritu gregario.
Murió a sabiendas de que viviría
en los objetos, en los estantes,
en el espacio que se rehúsa
a ser huérfano de padre,
en las paredes de blanco hueso
donde obstinado se resiste,
en la luz tenue que chorrean tus lámparas,
en la mesa paridora de silencios,
en su económico abecedario
donde te buscas y te posee.

Confesión

Cornucopia de miradas
de hilos que tejen en tus ojos
arrebatos de nostalgia.
Y traicionas el abrazo
que me encierra,
tu beso, el puñal
que me orilla me desgarra,
trasquila mis mejores intenciones.
Tu voz
bifurcada en los recuerdos
terrible, vertebrada se levanta,
me cabalga por el pecho inclemente,
en mi frontera frente en alto se detiene
donde mi voz la espera entrecortada.

Lo nuestro

Para mí, lo nuestro es la posibilidad de un sueño compartido oreándose a la vida, el ansia de entregarme sin cautelas, la necesidad de filtrarme en tus paredes, habitar en tus armarios, reposar junto a las lámparas de luces mortecinas, de multiplicarte las sonrisas, de construir memorias, de acumular recuerdos y perpetuarlos en un marco, de ser enteramente tu mitad, de abrirle la puerta a una tarde que no encuentre referente. Lo nuestro es para ti el ungüento con que untas cicatrices pronunciadas, frescas, que aún respiran, herencia de un pasado que de vez en cuando te hace un berrinche y se encapricha.

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Carlos Esteban Cana - Escritor y comunicador puertorriqueño. Ha cultivado el cuento, el micro cuento, y la poesía. Actualmente, sin embargo, se ocupa de darle forma a sus dos primeras novelas y a un volumen de ensayos. Colaborador de varias publicaciones impresas y cibernéticas, en Puerto Rico y otros países. Bitácoras y publicaciones alrededor del planeta, como Confesiones, del narrador Angelo Negrón, reproducen su boletín "En las letras, desde Puerto Rico".

Para el periódico cibernético El Post Antillano también publica su columna "Breves en la cartografía cultural". En verano del 2012, Carlos Esteban publica Universos, libro de micro-cuentos bajo el sello de Isla Negra Editores. Otros dos libros aparecerán durante el presente semestre. El primero titulado "Catarsis de maletas: 12 cuentos y 20 años de historia", ofrece una vista panorámica de una pasión que el autor ha desarrollado, por cuatro lustros, en el género del cuento. "Testamento" es el segundo de los libros mencionados, poemario antológico que reúne lo más representativo de su poesía; género del que Cana manifiesta: "Fue la propia poesía que me seleccionó como medio, como intérprete". Cana es conocido además por haber fundado la revista y colectivo TALLER LITERARIO, que marcó la literatura puertorriqueña en la última década del siglo XX en Puerto Rico.

miércoles, 14 de agosto de 2013

La troika boricua

por  Caronte Campos Elíseos



Recientemente tuve una reunión con mi terapeuta, en la que le comentaba mis intenciones de mudarme fuera del país.  Rápidamente recibí de su parte una fuerte oposición y hasta incluso, intentos de persuadirme para que cancele esos pensamientos (era de esperarse su reacción, si no a quien le cobra por visitas y recetitas).  Pero dentro del dialogo surgió el tema del destino de tal viaje, y le mencione que estaba pensando en algo así como la Unión Europea.  El doctor comenzó entonces a despotricar contra esos países y a balbucear datos sobre su condición económica actual.  Me recomendó que buscara otro pasatiempo más asertivo, como tomar un curso para aprender otro idioma, en caso de que finalmente decida viajar. Terminada la tortura, perdón… la terapia, salí muy confundido (mucho más de lo usual). Decidí hacer dos cosas, primeramente buscar información sobre los beneficios de viajar a Europa, y practicar el idioma inglés, que al fin y al cabo es el único lenguaje extranjero que conozco, en caso de que no pueda emigrar hacia el primer mundo.  Después de mi dosis doble de calmantes comencé la búsqueda.  ¡Vaya sorpresa lo que encontré!  

Como todos conocen, una troika es una unión (para bien o para mal) de tres instituciones con un fin común.  Actualmente y casualmente, la más conocida es la troika europea conformada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Estas tres entidades han aunado esfuerzos con el objetivo principal (en teoría) de ofrecer rescates financieros a los países miembros de la Unión Europea (UE), que por diversas razones han sucumbido ante la crisis económica global, ficticia o real, y que tuvo su génesis en los Estados Unidos (aunque algunos gringófilos no lo acepten así).  Basta con recordar que para el 2008 fue en ese país donde estalló la burbuja que causó que el gobierno utilizara los fondos de sus contribuyentes para rescatar las industrias bancarias y automotrices nacionales.

Como secuela de esa explosión, varios países europeos sufren por carambola los efectos de la crisis lo que los conduce a padecer dificultades presupuestarias internas.  Para el 2009, la troika financiera europea comienza su labor de rescatista monetario, inyectando fondos a través de préstamos a lo países con los bolsillos rotos o apretados.  La primera de estas naciones “salvadas” (si es que puede llamarse de esa manera), lo fue Grecia, quien para el año 2012 ya había recibido 240,000 millones de euros (con la actual tasa de cambio serían aproximadamente, $319,000 millones de dólares de los nuestros, corrección… de los norteamericanos).  Para finales del mismo año le tocó el turno a Irlanda, quien recibió una suma de 85,000 millones de euros ($113,000 millones de dólares).  Para mediados del año 2011 la troika aprobó un rescate financiero para Portugal de 78,000 millones de euros (aproximadamente 104,000 millones de dólares norteamericanos).  Más adelante, tan reciente como este mismo año la troika acordó para Chipre una inyección de 10,000 millones de euros (unos $13,000 millones de dólares de los de estos lares).  Por su parte España, todavía está recibiendo para estos días el último tramo del rescate de 100,000 millones de euros (casi $133,000 millones de los verdes).

“Of course” (me perdonan el inglés, recuerden que estoy practicando el difícil por si tengo que abandonar la isla), que nadie da algo a cambio de nada.  Es de suponerse que estos buenos samaritanos mercantiles, establezcan (del verbo imponer) algunas ínfimas e insignificantes condiciones para velar por su capital invertido y por los intereses a devengar por cada salvavidas prestado. Esto no ha sido un obstáculo para que estos países en quiebra accedan a recibir el suero de capital para de esta manera poder subsanar la situación de sus respectivos ciudadanos.  Al final del día, los gobernantes de verdaderas naciones hacen lo indecible para dar la batalla por su gente, por sus constituyentes, quienes son el recurso principal de sus tierras (igual que en nuestra querida patria).  

Ciertamente el panorama en cada uno de estos países “beneficiarios” no es el mismo, y varía según las condiciones y realidades particulares de cada cual. Es por esto que la troika hace un análisis exhaustivo (en el lenguaje nuestro es sinónimo de hacer nada en lo absoluto) sobre las medidas y condiciones a implementar (del verbo exigir) según sea el caso.  Por tal motivo, y como no me gusta escribir demasiado, voy a enumerar algunas de las más genéricas. Recuerde usted, apreciado lector, que todas estas medidas leoninas son en primera instancia, un mecanismo diseñado para recobrar la salud financiera de los estados en cuestión.  Las siguientes son algunas de las exigencias del trío mesiánico más relevantes y de más impacto, “by far”, en las sociedades comprometidas (por no decir obligadas)
    1. Programas de ajustes estructurales (PAE) – esto puede significar cambios en la forma y manera de operar los gobiernos sujetos a los planes de rescates.
    2. Plan de austeridad – Disminución en el gasto público, reducción de déficit fiscal y de la deuda gubernamental.
    3. Plan de recaudación de fondos adicionales – implementar mecanismos para allegar más liquidez a las arcas públicas.  En el caso de Chipre, por ejemplo, esto significaba despojar de un porciento establecido (9.9%) a los depósitos privados de más de 100,000 euros.  Luego esta medida fue reconsiderada por el Eurogrupo.
    4. Disminución en programas sociales – recortar los fondos asignados a las áreas de salud, educación, subsidios y programas alimenticios.
    5. Medidas impositivas – aumento en los impuestos y aumento en los servicios públicos (agua, energía, comunicaciones, transportación, combustibles).  También puede incluir aumento en los impuestos de consumo (IVA).
    6. Reducción de personal – despido de empleados gubernamentales, eliminación de puestos en el servicio público, congelación de plazas, suspensión de aumentos salariales.
    7. Reformulación de las relaciones laborales – desregular el mercado laboral para reducir los beneficios de los trabajadores y las protecciones sociales.
    8. Medidas para reducir los beneficios de los retirados – incluye aumento en la edad para el retiro, reducción en las pensiones y disminución en la aportación patronal.
    9. Privatización – Evitar la intervención del gobierno y pasar a manos privadas el ofrecimiento de servicios antes suministrados por el sector público.
    10. Apertura comercial – eliminar las protecciones para la producción local, las protecciones para los comerciantes y empresas nacionales.
Como se desprende de las medidas neoliberales que impone la troika como parte de sus exigencias para otorgar la ayuda financiera solicitada, hay un daño colateral inadvertido.  Para hacer el cuento largo, corto, son los ciudadanos de esos países en depresión los que pagan los resultados de las malas decisiones de sus gobernantes.  No solo perdieron el dinero ya contribuido con tanto esfuerzo, por la mala administración y la ineficiencia publica, sin contar con lo perdido en las corrientes de la corrupción y el desgobierno; si no que ahora tienen que sufrir las consecuencias de estos entuertos y soportar la carga impuesta a sus bolsillos por los monumentales préstamos “redentores”.

Cualquier semejanza con nuestra realidad, es pura coincidencia.  Como diría el famoso boricuazo: “Como dato curioso… nosotros tenemos nuestra propia troika.”  Y es que siempre hemos querido imitar los modelos ultramarinos, aunque estos hayan fracasado miserablemente.  Los modelos que sí han funcionado en otros puntos geográficos y no a nivel insular, ha sido única y exclusivamente por el déficit intelectual que sufre nuestra clase política.  Tal vez sea austeridad mental o crisis estructural en sus pensamientos, pero lo cierto es que nos han sumido en un escenario similar (por no decir execrable) al de los países arriba mencionados.  Es en este contexto que entra en escena la troika boricua.  Lo hacen de manera tal, que aunque no somos tan ricos y exquisitos como los europeos, tengamos que aceptar las mismas normas y penalidades que les imponen a las naciones que reciben esas cantidades millonarias.

La misma está compuesta primeramente por la clase empresarial (local y extranjera… triste pero es así), donde se agrupan, cual iluminatis criollos, los propietarios de los bancos, los centros comerciales, los medios de información, las llamadas empresas foráneas, entre otros; Les siguen en este funesto junte, los caciques políticos.  Senadores y Representantes de voluntad débil ante los estipendios ofrecidos por los primeros, a cambio de “cooperación” con la opulenta secta; En el último puesto del desvergonzado “threesome” (sin alusiones sexuales… eso creo) tenemos a los bonistas e inversionistas.  Estos son los que, al final del día, reciben todo el placer porque tienen todo el peso y prioridad sobre las decisiones relacionadas con la economía nuestra.


“By the way” (creo que estoy mejorando el segundo idioma) este triunvirato tiene un negocio redondo con el manejo y la manipulación de nuestra vida colectiva.  Los industriales dominan todo el sistema económico del país. Utilizan sus cuentas bancarias con cifras estratosféricas, su poder e influencias, para intervenir monetariamente en la conciencia de los que se venden fácilmente por algunas monedas (euros o dólares… les da igual). Dirigen sus maquinarias mediáticas para manipular la opinión pública y así crear las condiciones idóneas para sus truculentos negocios.  De esta manera logran mantenernos desinformados y entretenidos con juegos, concursos, y novelitas (a mí me gusta “Cuando manda el amor”, ese Jesús hace honor a su nombre, es casi un dios).  Puedo sonar repetitivo, pero por esta misma razón siempre he creído que vivimos en un País sin prensa.

“At the other side” (¡wao!, hasta yo me sorprendo de mi fluidez inglesa), tenemos a los políticos con los bolsillos flojitos, que tienen en los grandes corporativos a sus más comprometidos donantes.  Estos no solo se ven en la obligación de pagar los favores económicos que reciben con favores políticos, sino que también se prestan para aprobar o enmendar leyes a la trágala, que beneficien al “Grupo Bildeberg” local.  Mientras tanto, también se lucran de los altos salarios y de los beneficios que adquieren, en la mayoría de los casos sin la preparación adecuada (por no decir nula), por ocupar un cargo en la asamblea legislativa.  Amén de las misceláneas que reciben por sus actos de corrupción solapados, los conflictos de intereses disfrazados, y las ventas de influencias a tutiplén.  Sin mencionar que poco les importa aprobar leyes a diestra y siniestra, en detrimento de nuestros mejores intereses colectivos, de nuestro arduo diario vivir, y de nuestro futuro como país (si alguno).  Todo su esfuerzo va dirigido a proteger y complacer las exigencias del tercer grupo.  Con sus acciones desarmadas favorecen a sus “proveedores crediticios”, sin ninguna compasión ni clemencia hacia nuestra precaria situación.  Nos roban la riqueza nacional (si alguna) y nos saquean la miseria que nos ganamos con nuestro sacrificio laboral (trabajando duro para hacer más rico al primer grupo).  Nos hipotecan hasta el alma, dándola al mismo diablo si ofrece financiar sus malas prácticas administrativas.

Ese “fucking” demonio (esa ya la sabemos desde niños)  dispuesto a proporcionar el billete necesario para esos fines, a cambio de aumentar su capital y sus tesoros, se encuentra dentro de la última facción de la tripleta. Los bonistas e inversionistas extranjeros, son los únicos que siempre ganan (creo que no es necesario mencionar a los que siempre pierden) en este esquema visceral dentro nuestra estructura y marco legal (por tal motivo siempre he creído que necesitamos un Nuevo Estado de Derecho).  Porque al contrario de lo que nos quieren hacer creer, el dinero que proveen con el fin de duplicarlo, esta resguardado por los seguros y otras inversiones de capital. Sin mencionar las fuentes de repago que ya existen para esos fines y que se alimentan de los impuestos que pagamos hasta por respirar.  Pero este club de falsos mecenas se vale de la incertidumbre para apretar el botón del pánico en la “Casa de las leyes” nativa, para presionar e influenciar en la implementación de nuevas cargas impositivas a la ya casi extinguida clase media puertorriqueña; y a establecer intereses ridículamente altos como condiciones para aflojar la plata.

Después de tan brutal choque con la realidad global, decidí cancelar el viajecito.  Desempaqué, guardé las maletas, devolví los pasajes… y me senté en el pasillo de mi casa, oscura y vacía, a llorar un buen rato.  Después del desahogo obligado e involuntario, medité, analicé e internalicé toda esta novel información.  Llegué a una cruda, cruel, pero inevitable realidad.  En la medida que sigamos consintiendo ese esquema sistemático para empobrecernos y llevarnos por la vía rápida a la miseria;  en la medida que sigamos inmóviles ante tan burdo abuso de poder, orquestado por todas las tribus políticas;  en la medida que sigamos siendo cómplices del juego electoral, seleccionando “the same shit” cada cuatro años (¿a qué esa no la vieron venir?);  es en esa misma medida que la troika boricua logrará, con su afán de lucro incontrolable, ponerle precio a la poca dignidad que nos queda para que nosotros mismos terminemos empeñándola al mejor postor.  Si nosotros no pensamos en nosotros… “no one will do”.

¡Levántate y anda!

sábado, 10 de agosto de 2013

Aryanation by Tony Aguado-Charneco

Order of the New & pandeza, the last INFLUEMIA

APOCALIPTIC NOVEL OF A FOURTHREICH OPPOSED BY KNIGHTSTEMPLAR



“Tony Aguado has just published his novel in English Aryanation with Ediciones Gaviota. The novel is an apocalyptic one as it delves in a Pandemic of Influenza brought about by Neo-Nazis forces through genetic engineering. Some participants from Puerto Rico go to Dallas for an International Robotics Competition, it is there that the threat of the malady emerges; in a consolation trip to the theme parks in Orlando, in Florida, the three families and the disaster meet head on; from that point it’s touch and go situations that drag the dwindling group across the swamps. Opposing the Neo-Nazis there is an organization from the past which had been lurking underground, the warrior monks, or… Knights Templar”.

Available at the following links:
 Ediciones Gaviota and Norberto Gonzalez Library

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ANTONIO AGUADO-CHARNECO, the writer of Aryanation, stems from the coastal city of Arecibo in Puerto Rico; nowadays he is a nomad, sharing time between the mountain town of Jayuya and the Metropolitan Area. He has published three collections of short stories and three novels, the most recent LuzAzul (2011) by Isla Negra Editores; the one before, Anacagüita (2006), was published by EDUPR (University of Puerto Rico Press).
Antonio has garnered various awards in literary contests, several among others: three Honorary Mentions in essay at the Ateneo, two Second Prizes in short story at CEPI & UNESCO, First Place in novel at the Floral Games of San Germán (2000). Aryanation, his fourth novel, is his first one written in English to be published; the author also has another novel in English, titled Bulls of Twilight, unpublished so far. Medio mundo, a work delving around the antics of a family from Canary Island, is under consideration by EDICIONES GAVIOTA.
They were three average families from Puerto Rico that had qualified for a trip to Dallas, to take part in an international robotics competition. But for the element of excitement, by the participants, life was normal... or so it seemed.
Due to the team's high placing in the finals the parents awarded them a visit to Florida's Disney world, a detour in the return trip to their homeland. Life was a lovely adventure for the six parents and their half dozen offspring. All of a sudden, in the midst of the four thousand acres in the biggest fun attraction on earth, life went topsy-turvy. Circumstances drastically changed and life was no more usual... it became far, very far away, from that; the tentacles of a world encompassing menace threatened to engulf the globe ...and it caught them up at Disney, the capital of wholesome entertainment.

jueves, 1 de agosto de 2013

Universos... su aniversario

En alguna entrada anterior les comentaba un poco acerca de mis aburridas lecturas. También les describía brevemente el contenido del libro, Universos de Carlos Esteban Cana, el cual había tenido la oportunidad de leer para aquellos días.  Lo que no mencioné en aquel momento fue, que el autor de dicho libro es un gran amigo (de los pocos que así considero) que se ha dedicado de lleno al periodismo cultural y que desde hace mucho tiempo esperaba la buena nueva de su primera publicación.    

En aquella ocasión fue algo complicado (a mi todo se me complica), escoger uno de los relatos para presentarles el libro compuesto por 31 microcuentos.  Entonces me decidí por uno de los micros con el que logré identificarme grandemente.  En estos días Universos cumple su primer aniversario, y con la aquiescencia de su autor, quisiera dedicar está entrada a uno de mis favoritos.  Esta vez no por el hecho de que me identifique con el mismo, sino porque considero que es un relato estremecedor.       
Cierto es que todos los cuentos son excelentes, y que tengo una gran selección como alternativa. Espero en algún momento tener la oportunidad de brindarles un poco más de esos Universos, y aunque estamos en un País sin prensa, hay muy buenos periodistas a los cuáles les dejo por el momento, este micro-obsequio.


Con su bola roja

Quise tomar la foto inmediatamente que lo vi.  Aquel niño, de tez morena, pelo rizado, con ojos negros llenos de brillo y entusiasmo, no pasaba de los tres o cuatro años. Mientras jugaba con una bola roja en lo que podríamos llamar el patio de su casa (un suelo árido que habían cubierto con gravilla) me obsequió una espléndida sonrisa. Eso me hizo olvidar las razones que me llevaron al lugar.  Con un sí sonoro accedió a que le fotografiara y casi por señas le hice entender -apenas hablaba su idioma- que se la obsequiaría.

Comenzaba a sacar la cámara cuando recibí una llamada del periódico.  Tuve que alejarme para poder recibir la señal adecuada.  Intentaba escuchar lo mejor que podía cuando un estruendo detonó.

Después del aturdimiento un intenso zumbido permanecía en mis tímpanos.  La bola aún rebotaba cuando se detuvo en mis pies.  Se me ocurrió colocarla cerca del niño en el momento que colocaba el lente adecuado para cumplir, con el medio, con aquel angelito, conmigo mismo.

Así, con un calce que hacía referencia al conflicto bélico, salió reproducida en periódicos del planeta, la oquedad vacía de unos ojos infantes y ausentes en la foto que había titulado "Promesa".


                    
 *****Universos está disponible en la pagina de Isla Negra Editores*****

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Carlos Esteban Cana - Escritor y comunicador puertorriqueño. Ha cultivado el cuento, el micro cuento, y la poesía. Actualmente, sin embargo, se ocupa de darle forma a sus dos primeras novelas y a un volumen de ensayos. Colaborador de varias publicaciones impresas y cibernéticas, en Puerto Rico y otros países. Bitácoras y publicaciones alrededor del planeta, como Confesiones, del narrador Angelo Negrón, reproducen su boletín "En las letras, desde Puerto Rico".

Para el periódico cibernético El Post Antillano también publica su columna "Breves en la cartografía cultural". En verano del 2012, Carlos Esteban publica Universos, libro de micro-cuentos bajo el sello de Isla Negra Editores. Otros dos libros aparecerán durante el presente semestre. El primero titulado "Catarsis de maletas: 12 cuentos y 20 años de historia", ofrece una vista panorámica de una pasión que el autor ha desarrollado, por cuatro lustros, en el género del cuento. "Testamento" es el segundo de los libros mencionados, poemario antológico que reúne lo más representativo de su poesía; género del que Cana manifiesta: "Fue la propia poesía que me seleccionó como medio, como intérprete". Cana es conocido además por haber fundado la revista y colectivo TALLER LITERARIO, que marcó la literatura puertorriqueña en la última década del siglo XX en Puerto Rico.