por Sherly Rivera
Le agradezco al compañero cibernauta, Caronte Campos Elíseos, el que me haya separado un espacio en, Solo Disparates, uno de los blogs sociales de más difusión en los últimos tiempos. En mi blog, A Posteriori, busco “llevar de la mano” al pueblo puertorriqueño en áreas poco estudiadas, ignoradas y hasta cierto punto restringidas al ciudadano común. Vivimos en tiempos en que ser lego e ignorantes es la mejor arma de un Estado, y donde el conocimiento es nuestra única libertad.
Le agradezco al compañero cibernauta, Caronte Campos Elíseos, el que me haya separado un espacio en, Solo Disparates, uno de los blogs sociales de más difusión en los últimos tiempos. En mi blog, A Posteriori, busco “llevar de la mano” al pueblo puertorriqueño en áreas poco estudiadas, ignoradas y hasta cierto punto restringidas al ciudadano común. Vivimos en tiempos en que ser lego e ignorantes es la mejor arma de un Estado, y donde el conocimiento es nuestra única libertad.
Mucho más que un “Misil”
Hay pocas cosas más temibles que las
palabras “Bomba Nuclear”, estas apelan a nuestros temores, miedos, pesadillas…
juegan hasta con la psiquis del hombre más equilibrado. Históricamente estas
armas de destrucción masiva solo habían sido utilizadas en conflictos bélicos
donde eran consideradas como “último” recurso para “acabar” con las guerras,
ahora son la primera opción ante cualquier provocación.
En los últimos días hemos sido
testigos, y parte, de las nuevas tensiones internacionales a causa del
conflicto entre Estados Unidos y Corea del Norte. Esto ha traído nuevamente a
la palestra pública el tema nuclear, así como sus verdaderas repercusiones,
intereses, orígenes y propósitos. Pero detrás de este conflicto existe un
bagaje de hechos, someramente discutidos y poco analizados.
Las tensiones entre Corea del Norte y
Estados Unidos se remontan a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) donde Corea,
que estaba ocupada por Japón, es dividida en Norte y Sur como consecuencia de
un acuerdo entre la antigua Unión Soviética (y China) y los Estados Unidos de
América (con la ONU). Se acordó que esta división no sería permanente, pero
Estados Unidos no cumplió. Como consecuencia de la división de este “botín de
guerra” Corea fue dividido en un Norte socialista y un Sur capitalista.
El socialismo, según la Real Academia
Española, es un “sistema de organización social y económico basado en la
propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción y en
la regulación por el Estado de las actividades económicas y sociales, y la
distribución de los bienes.” Karl Marx, padre del socialismo, establece que
este tipo de gobierno busca la planificación racional (su utilidad
física) de los valores de cambio, mientras el capitalismo busca producir
valores de uso como un subproducto de la búsqueda del beneficio.
Al Sur estar atado al que hace unos
años fue la primera potencia mundial existe una marcada diferencia entre ambos
extremos, donde el Sur meridianamente florece ante el auge del capitalismo,
mientras el Norte busca el bien social utilizando racionalmente sus valores,
que al fin y al cabo no bastan.
Luego de acabada la Segunda Guerra
Mundial, esto por la vía rápida gracias a la Bomba Atómica, desarrollada y
arrojada por Estados Unidos de América en Japón; se creó el Consejo de Seguridad de las Naciones (1946),
que se reúne en la sede de la ONU, y que actualmente cuenta con quince (15)
naciones, cinco (5) permanentes y diez (10) temporales. Casualmente sus
miembros permanentes fueron aquellos cuatro potencias vencedoras de la Segunda
Guerra Mundial (actualmente Federación Rusa, Reino Unido de Gran Bretaña e
Irlanda del Norte, Republica Francesa y los Estados Unidos de América), más la
República Popular de China. Estas mismas
naciones, según el Tratado de No Proliferación Nuclear (1968) son las únicas naciones que se le permite la
posesión de armas nucleares.
En innumerables ocasiones se ha
tratado de unificar a este país, pero la influencia de sus invasores ha sido
más fuerte que la sangre. Con la Guerra de Corea (1950)
se enfrentaron los hermanos y el paralelo
de los 38˚(franja divisoria, y ecuatorial, entre las dos Coreas) se convirtió
en un campo de batalla delineado estratégicamente por el extranjero, que hasta
nuestros días delimita las fronteras de ambas naciones y ha redundado en la
casi inexistente esperanza de un tratado de paz entre ambas partes.
Corea de Norte, nación que no es
parte del Consejo de Seguridad de la Naciones, y a su vez no es una de las
cinco naciones (arriba señalados) que pueden tener en su poder armas nucleares,
bajo el mandato comunista de Kim II-sung (1948-1994) había tenido una relación
atípica con los Estados Unidos, esto hasta que en 2003 Kim Jong-il (1994-2011),
hijo y sucesor de su padre Kim II-sung, reanudó su Programa de Armas Nucleares,
anulando así su firma en el Tratado de
No Proliferación Nuclear. Esta negativa a seguir los parámetros
establecidos por los cinco (5) miembros del Comité de Seguridad de las Naciones
ha provocado que se le apliquen, a través de los años sanciones
tales como:
- Detener la ayuda humanitaria
- Embargo de Armas
- Prohibición relativa de venta y suministro de
artículos de lujo,
- Prohibición a viajar y la congelación de los
activos de personas seleccionadas
- etc.
Estas
sanciones han intensificado la ya precaria situación económica y social de
Corea de Norte, donde el hambre y la desesperación han sido la orden del día,
pero el sentimiento patrio de su pueblo y fidelidad a su régimen comunista,
vigilado y penalizado por la comunidad internacional, los ha alimentado para
dar su vida por su nación. No podemos obviar el hecho de que el régimen ha
aislado a los norcoreanos de cualquier comunicación o noticia exterior durante
años, pero su pueblo no ha aceptado pero la gran mayoría de los países no.
La figura
de Kim Jong-un (2011 al presente) sucesor de su padre, ha añadido más tensión a
un ambiente ya hostil. El joven dirigente, muy parecido a su padre, suscita
frialdad y temor y, aunque en ocasiones su comportamiento sea objeto de
burlas, ya sea por su inexperiencia o gustos
extravagantes, cierto es que está a un paso de provocar un conflicto nuclear en
la Península.
El 12
febrero de 2013, Corea del Norte realizó
una prueba nuclear en total bravata de sus opositores, que ocasiono un sismo
que afecto a los países vecino, lo cual para la ONU y Estados Unidos supuso un
claro desafío. En marzo de 2013 Corea del Sur y Estados Unidos iniciaron
maniobras militares, que para el líder comunista, ante el ambiente cargado,
están orientados con el fin de provocar a Corea del Norte y por ende comenzar
una guerra nuclear. Para aumentar las tensiones el portavoz del Pentágono,
George Little, el 18 de marzo de 2013 reveló que a principios del mes de marzo
aviones bombarderos sobrevolaron Corea del Norte, además de realizar otras
maniobras militares. Con esta acción de los Estados Unidos, Correa del Norte
anuló el acuerdo de no agresión con su hermano sureño.
El
incremento de la presencia militar de Estados Unidos en las inmediaciones de
Corea del Norte, con buques de guerras con sistemas antimisiles, aviones espías,
submarinos nucleares y cazas F-22 e incluso una plataforma naval para vigilar
los movimientos del hermético régimen comunista, han recrudecido la actitud del
prepotente e indiferente joven líder, que bajo la sombra de sus antecesores busca
vanagloriarse ante su pueblo.
Estados Unidos como “Presidente” de la ONU, Comisión de
Seguridad de las Naciones y guardián del “Tratado a la No proliferación
Nuclear” busca una ficticia armonía, donde perpetuar su poder no permitiendo lo que ellos le
sobra. Corea del Norte, con Kim Jong-un
busca estar en los libros de historia e inmortalizarse ante su pueblo.
Las amenazas de Kim Jong-un más allá de ser “irracionales” (para nosotros) y
que sólo avivan el orgullo enajenado de
los norcoreanos, pueden ser un grito a la comunidad internacional para que
ayuden a su pueblo, pues tienen la creencia de que al tener “Poder Nuclear” van a ser escuchados,
en completa referencia a los Estados Unidos de América.
Tenemos que ver más allá de lo
evidente…
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Sherly Rivera - Naranjiteña. Posee un
Bachillerato en Relaciones Laborales, de la Universidad de Puerto Rico (Magna
Cum Laude). Egresada de la Escuela de
Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Ponce (Cum Laude). Ex-Fanática (en rehabilitación), siendo parte
del rebaño de los "Nunca valorados y siempre olvidados". En sus propias palabras: “No creo en el
imaginario, pues lo evidente es lo suficiente para dejar de soñar”. En la actualidad escribe sobre temas de
derecho en su blog, A Posteriori.
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