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miércoles, 14 de agosto de 2013

La troika boricua

por  Caronte Campos Elíseos



Recientemente tuve una reunión con mi terapeuta, en la que le comentaba mis intenciones de mudarme fuera del país.  Rápidamente recibí de su parte una fuerte oposición y hasta incluso, intentos de persuadirme para que cancele esos pensamientos (era de esperarse su reacción, si no a quien le cobra por visitas y recetitas).  Pero dentro del dialogo surgió el tema del destino de tal viaje, y le mencione que estaba pensando en algo así como la Unión Europea.  El doctor comenzó entonces a despotricar contra esos países y a balbucear datos sobre su condición económica actual.  Me recomendó que buscara otro pasatiempo más asertivo, como tomar un curso para aprender otro idioma, en caso de que finalmente decida viajar. Terminada la tortura, perdón… la terapia, salí muy confundido (mucho más de lo usual). Decidí hacer dos cosas, primeramente buscar información sobre los beneficios de viajar a Europa, y practicar el idioma inglés, que al fin y al cabo es el único lenguaje extranjero que conozco, en caso de que no pueda emigrar hacia el primer mundo.  Después de mi dosis doble de calmantes comencé la búsqueda.  ¡Vaya sorpresa lo que encontré!  

Como todos conocen, una troika es una unión (para bien o para mal) de tres instituciones con un fin común.  Actualmente y casualmente, la más conocida es la troika europea conformada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Estas tres entidades han aunado esfuerzos con el objetivo principal (en teoría) de ofrecer rescates financieros a los países miembros de la Unión Europea (UE), que por diversas razones han sucumbido ante la crisis económica global, ficticia o real, y que tuvo su génesis en los Estados Unidos (aunque algunos gringófilos no lo acepten así).  Basta con recordar que para el 2008 fue en ese país donde estalló la burbuja que causó que el gobierno utilizara los fondos de sus contribuyentes para rescatar las industrias bancarias y automotrices nacionales.

Como secuela de esa explosión, varios países europeos sufren por carambola los efectos de la crisis lo que los conduce a padecer dificultades presupuestarias internas.  Para el 2009, la troika financiera europea comienza su labor de rescatista monetario, inyectando fondos a través de préstamos a lo países con los bolsillos rotos o apretados.  La primera de estas naciones “salvadas” (si es que puede llamarse de esa manera), lo fue Grecia, quien para el año 2012 ya había recibido 240,000 millones de euros (con la actual tasa de cambio serían aproximadamente, $319,000 millones de dólares de los nuestros, corrección… de los norteamericanos).  Para finales del mismo año le tocó el turno a Irlanda, quien recibió una suma de 85,000 millones de euros ($113,000 millones de dólares).  Para mediados del año 2011 la troika aprobó un rescate financiero para Portugal de 78,000 millones de euros (aproximadamente 104,000 millones de dólares norteamericanos).  Más adelante, tan reciente como este mismo año la troika acordó para Chipre una inyección de 10,000 millones de euros (unos $13,000 millones de dólares de los de estos lares).  Por su parte España, todavía está recibiendo para estos días el último tramo del rescate de 100,000 millones de euros (casi $133,000 millones de los verdes).

“Of course” (me perdonan el inglés, recuerden que estoy practicando el difícil por si tengo que abandonar la isla), que nadie da algo a cambio de nada.  Es de suponerse que estos buenos samaritanos mercantiles, establezcan (del verbo imponer) algunas ínfimas e insignificantes condiciones para velar por su capital invertido y por los intereses a devengar por cada salvavidas prestado. Esto no ha sido un obstáculo para que estos países en quiebra accedan a recibir el suero de capital para de esta manera poder subsanar la situación de sus respectivos ciudadanos.  Al final del día, los gobernantes de verdaderas naciones hacen lo indecible para dar la batalla por su gente, por sus constituyentes, quienes son el recurso principal de sus tierras (igual que en nuestra querida patria).  

Ciertamente el panorama en cada uno de estos países “beneficiarios” no es el mismo, y varía según las condiciones y realidades particulares de cada cual. Es por esto que la troika hace un análisis exhaustivo (en el lenguaje nuestro es sinónimo de hacer nada en lo absoluto) sobre las medidas y condiciones a implementar (del verbo exigir) según sea el caso.  Por tal motivo, y como no me gusta escribir demasiado, voy a enumerar algunas de las más genéricas. Recuerde usted, apreciado lector, que todas estas medidas leoninas son en primera instancia, un mecanismo diseñado para recobrar la salud financiera de los estados en cuestión.  Las siguientes son algunas de las exigencias del trío mesiánico más relevantes y de más impacto, “by far”, en las sociedades comprometidas (por no decir obligadas)
    1. Programas de ajustes estructurales (PAE) – esto puede significar cambios en la forma y manera de operar los gobiernos sujetos a los planes de rescates.
    2. Plan de austeridad – Disminución en el gasto público, reducción de déficit fiscal y de la deuda gubernamental.
    3. Plan de recaudación de fondos adicionales – implementar mecanismos para allegar más liquidez a las arcas públicas.  En el caso de Chipre, por ejemplo, esto significaba despojar de un porciento establecido (9.9%) a los depósitos privados de más de 100,000 euros.  Luego esta medida fue reconsiderada por el Eurogrupo.
    4. Disminución en programas sociales – recortar los fondos asignados a las áreas de salud, educación, subsidios y programas alimenticios.
    5. Medidas impositivas – aumento en los impuestos y aumento en los servicios públicos (agua, energía, comunicaciones, transportación, combustibles).  También puede incluir aumento en los impuestos de consumo (IVA).
    6. Reducción de personal – despido de empleados gubernamentales, eliminación de puestos en el servicio público, congelación de plazas, suspensión de aumentos salariales.
    7. Reformulación de las relaciones laborales – desregular el mercado laboral para reducir los beneficios de los trabajadores y las protecciones sociales.
    8. Medidas para reducir los beneficios de los retirados – incluye aumento en la edad para el retiro, reducción en las pensiones y disminución en la aportación patronal.
    9. Privatización – Evitar la intervención del gobierno y pasar a manos privadas el ofrecimiento de servicios antes suministrados por el sector público.
    10. Apertura comercial – eliminar las protecciones para la producción local, las protecciones para los comerciantes y empresas nacionales.
Como se desprende de las medidas neoliberales que impone la troika como parte de sus exigencias para otorgar la ayuda financiera solicitada, hay un daño colateral inadvertido.  Para hacer el cuento largo, corto, son los ciudadanos de esos países en depresión los que pagan los resultados de las malas decisiones de sus gobernantes.  No solo perdieron el dinero ya contribuido con tanto esfuerzo, por la mala administración y la ineficiencia publica, sin contar con lo perdido en las corrientes de la corrupción y el desgobierno; si no que ahora tienen que sufrir las consecuencias de estos entuertos y soportar la carga impuesta a sus bolsillos por los monumentales préstamos “redentores”.

Cualquier semejanza con nuestra realidad, es pura coincidencia.  Como diría el famoso boricuazo: “Como dato curioso… nosotros tenemos nuestra propia troika.”  Y es que siempre hemos querido imitar los modelos ultramarinos, aunque estos hayan fracasado miserablemente.  Los modelos que sí han funcionado en otros puntos geográficos y no a nivel insular, ha sido única y exclusivamente por el déficit intelectual que sufre nuestra clase política.  Tal vez sea austeridad mental o crisis estructural en sus pensamientos, pero lo cierto es que nos han sumido en un escenario similar (por no decir execrable) al de los países arriba mencionados.  Es en este contexto que entra en escena la troika boricua.  Lo hacen de manera tal, que aunque no somos tan ricos y exquisitos como los europeos, tengamos que aceptar las mismas normas y penalidades que les imponen a las naciones que reciben esas cantidades millonarias.

La misma está compuesta primeramente por la clase empresarial (local y extranjera… triste pero es así), donde se agrupan, cual iluminatis criollos, los propietarios de los bancos, los centros comerciales, los medios de información, las llamadas empresas foráneas, entre otros; Les siguen en este funesto junte, los caciques políticos.  Senadores y Representantes de voluntad débil ante los estipendios ofrecidos por los primeros, a cambio de “cooperación” con la opulenta secta; En el último puesto del desvergonzado “threesome” (sin alusiones sexuales… eso creo) tenemos a los bonistas e inversionistas.  Estos son los que, al final del día, reciben todo el placer porque tienen todo el peso y prioridad sobre las decisiones relacionadas con la economía nuestra.


“By the way” (creo que estoy mejorando el segundo idioma) este triunvirato tiene un negocio redondo con el manejo y la manipulación de nuestra vida colectiva.  Los industriales dominan todo el sistema económico del país. Utilizan sus cuentas bancarias con cifras estratosféricas, su poder e influencias, para intervenir monetariamente en la conciencia de los que se venden fácilmente por algunas monedas (euros o dólares… les da igual). Dirigen sus maquinarias mediáticas para manipular la opinión pública y así crear las condiciones idóneas para sus truculentos negocios.  De esta manera logran mantenernos desinformados y entretenidos con juegos, concursos, y novelitas (a mí me gusta “Cuando manda el amor”, ese Jesús hace honor a su nombre, es casi un dios).  Puedo sonar repetitivo, pero por esta misma razón siempre he creído que vivimos en un País sin prensa.

“At the other side” (¡wao!, hasta yo me sorprendo de mi fluidez inglesa), tenemos a los políticos con los bolsillos flojitos, que tienen en los grandes corporativos a sus más comprometidos donantes.  Estos no solo se ven en la obligación de pagar los favores económicos que reciben con favores políticos, sino que también se prestan para aprobar o enmendar leyes a la trágala, que beneficien al “Grupo Bildeberg” local.  Mientras tanto, también se lucran de los altos salarios y de los beneficios que adquieren, en la mayoría de los casos sin la preparación adecuada (por no decir nula), por ocupar un cargo en la asamblea legislativa.  Amén de las misceláneas que reciben por sus actos de corrupción solapados, los conflictos de intereses disfrazados, y las ventas de influencias a tutiplén.  Sin mencionar que poco les importa aprobar leyes a diestra y siniestra, en detrimento de nuestros mejores intereses colectivos, de nuestro arduo diario vivir, y de nuestro futuro como país (si alguno).  Todo su esfuerzo va dirigido a proteger y complacer las exigencias del tercer grupo.  Con sus acciones desarmadas favorecen a sus “proveedores crediticios”, sin ninguna compasión ni clemencia hacia nuestra precaria situación.  Nos roban la riqueza nacional (si alguna) y nos saquean la miseria que nos ganamos con nuestro sacrificio laboral (trabajando duro para hacer más rico al primer grupo).  Nos hipotecan hasta el alma, dándola al mismo diablo si ofrece financiar sus malas prácticas administrativas.

Ese “fucking” demonio (esa ya la sabemos desde niños)  dispuesto a proporcionar el billete necesario para esos fines, a cambio de aumentar su capital y sus tesoros, se encuentra dentro de la última facción de la tripleta. Los bonistas e inversionistas extranjeros, son los únicos que siempre ganan (creo que no es necesario mencionar a los que siempre pierden) en este esquema visceral dentro nuestra estructura y marco legal (por tal motivo siempre he creído que necesitamos un Nuevo Estado de Derecho).  Porque al contrario de lo que nos quieren hacer creer, el dinero que proveen con el fin de duplicarlo, esta resguardado por los seguros y otras inversiones de capital. Sin mencionar las fuentes de repago que ya existen para esos fines y que se alimentan de los impuestos que pagamos hasta por respirar.  Pero este club de falsos mecenas se vale de la incertidumbre para apretar el botón del pánico en la “Casa de las leyes” nativa, para presionar e influenciar en la implementación de nuevas cargas impositivas a la ya casi extinguida clase media puertorriqueña; y a establecer intereses ridículamente altos como condiciones para aflojar la plata.

Después de tan brutal choque con la realidad global, decidí cancelar el viajecito.  Desempaqué, guardé las maletas, devolví los pasajes… y me senté en el pasillo de mi casa, oscura y vacía, a llorar un buen rato.  Después del desahogo obligado e involuntario, medité, analicé e internalicé toda esta novel información.  Llegué a una cruda, cruel, pero inevitable realidad.  En la medida que sigamos consintiendo ese esquema sistemático para empobrecernos y llevarnos por la vía rápida a la miseria;  en la medida que sigamos inmóviles ante tan burdo abuso de poder, orquestado por todas las tribus políticas;  en la medida que sigamos siendo cómplices del juego electoral, seleccionando “the same shit” cada cuatro años (¿a qué esa no la vieron venir?);  es en esa misma medida que la troika boricua logrará, con su afán de lucro incontrolable, ponerle precio a la poca dignidad que nos queda para que nosotros mismos terminemos empeñándola al mejor postor.  Si nosotros no pensamos en nosotros… “no one will do”.

¡Levántate y anda!

domingo, 14 de julio de 2013

Oscuridad permanente

por  Caronte Campos Elíseos


Luego de retirar las tormenteras, soltar todas las amarras para proteger la terraza, y después de colocar nuevamente todos los objetos que podrían servir como proyectiles aéreos por los vientos, me dediqué a consumir todo lo que compré compulsivamente para la fallida tormenta.  La tormenta no fue lo único que falló.  Como era de esperarse, también  falló el sistema eléctrico del país.  Mientras tomaba toda esa cerveza y todas las demás provisiones alcohólicas que guardaba para el posible cautiverio (provocado por la ley seca), pensaba como era posible que después de tantos avances científicos y tantos equipos sofisticados, no puedan darnos una proyección más certera que la que ofrecen en caso de estos fenómenos atmosféricos.

Mientras los boricuas nos hemos pasado varias semanas distraídos con algunos problemillas causados por la lluvia constante y alguno que otro causado por gobierno y su singular forma de manejar ciertos asuntos, en especial el Departamento de Hacienda con su "delay" con los reintegros... el mundo real (me refiero al que está más allá de nuestro propio mundo insular) convulsionaba y estallaban en diferente países protestas populares.  Cuando digo populares me refiero a que son protestas que cuentan con el apoyo de  gran parte de la población.  Aclaro esto por si algún militante del corazón del rollo de alguna de las tribus políticas locales está leyendo.  No vaya a ser que dentro de nuestra locura tropical piensen que sus respectivos partidos tienen algún capitulo internacional. 

Ejemplo de estos movimientos masivos de  protestas contra algún gobierno y en contra de sus acciones, lo es Brasil.  Los brasileños comenzaron una serie de protestas por un aumento estipulado por el gobierno en el costo del transporte público.  Este aumento de diez centavos (si, está leyendo bien, diez centavos) provocó que millones de personas se lanzaran a las calles a denunciar el abuso gubernamental.  El asunto fue subiendo de tono cuando los manifestantes decidieron aprovechar la coyuntura histórica para dejar saber su malestar por otra serie de políticas económicas que afectaban sus bolsillos.  La jornada se intensificó cuando después de incluir su exigencia de detener la corrupción, y su mandato de mayor inversión en salud y educación, los manifestantes pusieron sus miras hacia el gasto de dinero público en la celebración de la Copa Confederaciones de Futbol.  Las protestas se trasladaron a los estadios donde se jugaba dicho torneo e incluso pedían un alto   en la inversión para este tipo de eventos. 

Otro país que vive momentos similares desde el mes de mayo lo es, Turquía.  El fuerte movimiento antigubernamental en las calles turcas tiene su origen en la decisión del gobierno de demoler un parque ubicado en la plaza de Estambul, para construir en su lugar un centro comercial.  A casi dos meses de comenzada la ola de protestas, las cifras alcanzan los seis muertos, 8 mil de heridos, y cientos de arrestados en las calles.  Amén de la brutal represión policial que vive el país. 


Ciertamente tengo que incluir a Egipto, y las manifestaciones en la Plaza Tahrir, en El Cairo.  Aparte de ser las más violentas y las más concurridas, estas eran para pedir cambios en el gobierno y la renuncia de sus dirigentes.  No podemos olvidar que durante la "Primavera Árabe", este país vivió momentos similares al tener que dimitir su entonces presidente, Hosni Mubarak.  Luego de este evento es seleccionado en elecciones libres, Mohamed Morsi, a quien en días recientes le propinaran un golpe de estado.  En la actualidad la división entre los opositores y los seguidores de Morsi, podría desembocar en una guerra civil.

Más allá de entrar en los méritos de estos movimientos, el factor común entre estos eventos, es decir, las masas actuando colectivamente para el bien general,  es lo que me parece muy curioso.  Claro, luego de haber consumido tanto alcohol, gracias al simulacro de tormenta, absolutamente todo me parece curioso, y hasta cierto punto, gracioso.  De hecho, risa es lo que me provoca cuando recuerdo que mientras todo esto sucedía a través del globo, las redes sociales nativas se desbordaban en señalar y criticar duramente la vida de los residentes de los caseríos públicos.  Es una conducta y una costumbre generalizada en la isla que no se limita al tiempo de fenómenos atmosféricos, atribuir a los habitantes de los residenciales, responsabilidad de casi todos los problemas que aquejan a la clase media y trabajadora del país.  O al menos acusarlos de ser la principal carga de los asalariados, al estos últimos tener que costear todos los servicios, programas de asistencia económica, nutricional, salud, y subsidios en general (agua, luz, teléfono).  Esto sin mencionar las ayudas para renta, celulares, y no me extrañaría que hasta para cable televisión.  Más aún, tienen el estigma de ser la claque del país, de ser los más vagos y tienen el sello que simboliza la pereza en su mayor expresión. 

El movimiento social criollo se conglomeró en los "Status Updates" de Facebook y en los 140 caracteres de Twitter.  De ordinario, yo deambulo por esas vías y generalmente son espacios apacibles.  Pero con los vientos de tormenta recientes se transformaron en  campos de empalamiento para aquellos que viven del sistema.  Al menos esa fue mi interpretación sobre los hechos.  Por tal motivo quiero dejar aquí consignadas mi percepción y mi punto de vista sobre este asunto.  

(Nota: Con tan alto porcentaje de alcohol en mi sangre, y con la mezcla de los medicamentos junto con mi andropausia, es posible que mi punto de vista esté alterado y mi percepción no esté en su sano juicio)  

Este tema de los beneficiarios de los programas sociales es un tanto complicado porque desata pasiones, deseos reprimidos y toca la fibra más íntima de cada puertorriqueño individualmente.  Cada uno lo ve y lo analiza según su realidad o sus fantasías secretas.  No se puede negar tampoco que genera división entre los que se aventuran a opinar sobre el mismo.  Tan es así que existe multiplicidad de epítetos para referirse a esta clase social, baja o pobre, como se quiera llamar.  Desde parásitos hasta vividores, desde vagos hasta irresponsables, la lista de calificativos es casi interminable.  No voy a expresar en forma alguna si estoy de acuerdo o no con esta práctica, ya que conozco muchas buenas personas que allí residen.  Al final del día, lo menos que debe importarle a usted es mi tonta opinión, ya que es de nula importancia y carece de relevancia para la vida de otros (incluso la mía propia).  Lo que sí debe importarle es formularse su propio  pensamiento con todos los elementos de juicio.  De todas formas, sin importar cual posición usted asuma, nunca existirá un consenso general.

Recientemente leía una columna de un conocido comentarista sobre este asunto de las ayudas económicas.  En la misma este individuo realizaba una comparativa estrictamente numérica sobre lo que representa para una familia acogerse a dichos programas o buscar un empleo donde genere algún tipo de compensación monetaria.  De más está decir, que en el "bottom line" para una familia con una composición de tres personas, es mucho más conveniente, en dólares y centavos, recibir las ayudas gubernamentales, que buscar un empleo a tiempo completo con el salario mínimo federal.  Cabe mencionar que estas personas, en efecto, sí buscan un empleo informal fuera de nómina alguna, para evitar de esta manera perder las ayudas que reciben.  Así se desprende del análisis, donde el ingreso generado por esta familia a través del trabajo honesto, solo terminaría en números rojos cada fin de mes.   Dado lo anterior, se ejemplifica como se les dificultaría a estas personas cubrir sus necesidades básicas para vivir.  El título de esta columna (¿Somos un pueblo de vagos?) generó una ola de críticas ya que para algunos, ponía en tela de juicio el perfil del trabajador boricua.  El autor concluye su columna con la suposición de que el sistema está diseñado para mantener sumidos en la miseria estas personas a modo de fomentar la dependencia y disminuir las oportunidades de superación para este grupo.  Como participante de algunos de estos programas (incluyendo el de los Hogares Crea), doy fe de que en efecto, las ventajas de recibir todos esos vales sobre el caos que genera el pertenecer a un ambiente de trabajo estresante, es un incentivo para no abandonarlos jamás.

Usted puede estar de acuerdo o no con la conclusión del mencionado escrito, pero lo que sí es evidente y no se puede negar, es que puso a flor de piel el verdadero sentir de gran parte de la clase trabajadora.  Con todas las críticas y las respuestas que se expresaron a través de varios medios, quedaron evidenciadas las condiciones en que se encuentra la clase media del país.  Una clase media abusada, cansada, y devastada por el peso de cargar un país de ricos acumulando capital y de un gobierno que pasó de ser uno paternalista a convertirse en una entidad indiferente al sentir de sus constituyentes.  Son estas dos instituciones, con sus prácticas capitalistas y sus impuestos surreales, respectivamente, las que han inducido al enfrentamiento y al desprecio entre las dos clases inferiores.  Por eso no es de extrañarse que la parte de la población que participa de lleno en el mundo laboral, arremeta con extrema impiedad contra la parte de la población que "le ha seguido el juego" al sistema. 


Es notable que la estrategia de polarizar la atención y la opinión pública hacia temas irrelevantes e insignificantes, en lugar de que se enfoquen en el verdadero origen del caos imperante, funciona de manera absurda, como un reloj (al menos en este servidor).  El caso más reciente y más evidente sobre este desapego entre clases, fueron las manifestaciones a través de las redes sociales tan pronto se activó el aviso de tormenta tropical.  Los perfiles y los "tweets" no hacían otra cosa más que hacer referencia a la buena vida y llena de lujos que se dan estos indigentes, a costa de los contribuyentes.  Todo permeaba ira, coraje, odio, y por qué no, hasta envidia (al menos en mi persona).  Pero el que conozca y entienda un poco de como es el funcionamiento del gobierno y como este maneja sus arcas, sabe que la inmensa mayoría de todas las ayudas dirigidas a los participantes de todos esos programas, no salen necesariamente del bolsillo de los trabajadores.  Al menos NO de la forma y manera que ellos piensan.

Dando un mirada a "grosso modo" a los números disponibles en la  página virtual del Banco Gubernamental de Fomento, los cuales son provistos por la Junta de Planificación (tomándolos por fe, ya que sabemos que el gobierno practica la manipulación de sus propios números y estadísticas), podremos entender de donde provienen los fondos en discusión.  Ahí podremos ver las cantidades de las transferencias económicas que el gobierno federal realiza para sostener los programas sociales del Estado Libre Asociado.  No voy a discutir en esta ocasión dichas transferencias y sus orígenes, porque eso es harina de otro costal.  Lo que quiero traer a su atención (otra vez la costumbre de hablar  conmigo mismo) es lo que se esconde detrás de esta cortina de humo que nos han levantado ante nuestros ojos, y que solo nos permite ver lo que ciertos grupos de interés quieren que veamos.  Pero es un secreto a voces que la cantidad ($$ en millones $$) de dichas transferencias dependen intrínsecamente de la cantidad de personas participantes y beneficiarias.  Es decir, mientras más dependientes empedernidos, más dinero recibe el Estado y más dinero pueden desviar los funcionarios con su corrupción insaciable.  Es así de simple.  Suma por un lado y resta por el otro.   Nosotros, por cosa del plan divino,  estamos en el lado de la substracción.         


Nos adoctrinan para evitar que nos contagiemos con la pandemia  de dignidad que resumí someramente al inicio, y que en estos momentos arropa a los países antes mencionados, y a muchos otros que están mucho más cercanos a nuestra zona.  Mientras esos pueblos se levantan y alzan su voz de protesta en reclamo de lo que les pertenece y en contra de los abusos de sus respectivos gobiernos, exigiendo transparencia en el manejo de sus riquezas, nosotros les seguimos el juego a las autoridades de culpar al vecino  (yo tengo unos bastante molestos).  Mientras estos ciudadanos toman conciencia sobre lo que merecen de sus gobernantes, y sobre las razones por las que delegaron en ellos sus poderes para dirigir su vida colectiva, a nosotros se nos va la vida buscando y señalando falsos positivos.

La ceguera es tal, que ni siquiera podemos ver más allá de lo evidente.  Nos sentamos a desdeñar a nuestros hermanos puertorriqueños sin entrar en los méritos de sus razones individuales.  Hacemos generalizaciones sin considerar que la realidad de cada hogar puede ser distinta a la percepción que tenemos y que nos han inculcado.  Al fin y al cabo, esto más fácil que aceptar el hecho de que han estado "Sembrando ideas" en nosotros.  Nadie, ninguno de nosotros quiere salir de su zona cómoda.  Nadie está dispuesto a salir y tomar las calles en reclamo de un trato justo para todos, en reclamo de verdadera igualdad, y no la igualdad que quieren las autoridades que creamos.  Nos quedamos mirando, sin inmutarnos, las mil y una forma en que el Estado nos usa y nos abusa. 

Es nuestro gobierno y son nuestros líderes (me incluyo en esta última falacia cuando digo nuestros, para no quedar fuera de grupo) los que nos tienen y nos mantienen en esta situación perenne.  La corrupción, el pillaje, el tumbe rampante que reina dentro de la institución principal de  nuestra civilización (esto es una hipérbole) es lo que nos lleva rumbo a la miseria (si no es que ya llegamos).  Los honorables piratas saquean todo a su paso sin ningún tipo de consideración ética o moral.  Son estos corsarios los que con su instaurado nepotismo, dando los empleos a batatas políticas por encima de candidatos bien preparados académicamente, con sus emisiones de bonos para sus bolsillos, los de sus colegas y allegados, con sus salarios estrambóticos, con sus contratos pornográficos (recuerde que nosotros somos los de abajo) para sus amigotes, y con su mala administración y derroche de fondos públicos, son ellos y solamente ellos los que nos llevan a la banca rota y nos la echan en la cara.  En adición a todo lo anterior y por si fuera poco, nos imponen nuevos impuestos y arbitrios para, sistemáticamente, despojarnos de nuestros ya empobrecidos ingresos.


La ineptitud de estos seres elegidos es de tal magnitud, que no se dignan en ofrecernos calidad en los servicios básicos.  Tan es así, que hasta el fantasma de la tormenta Chantal dejó la mitad de la isla en una oscuridad casi incomprensible.  Nos hacen pensar que los pobres somos los que nos robamos la luz, sin embargo es a los altos funcionarios los primeros que se les encuentran “pillos” en sus hogares.  A parte de la gran cantidad de energía que se desperdicia por el exceso de producción innecesaria, la cual también paga la clase trabajadora.  No solamente nos desvalijan de nuestros bienes, sino que no hacen su trabajo.  La criminalidad campea por su respeto, la seguridad es mínima, el desempleo sube como la espuma, la educación y la salud son de quinta.  Mucho peor que en las "Repúblicas Bananeras" o "Republiquetas" como les hemos llamado históricamente a nuestros países hermanos despectivamente (hoy estos países nos dejan el tercer mundo solo para nosotros).  Solo se limitan a llenar sus cuentas bancarias, a lucir sus mejores galas y a pagar los favores políticos que dejan sus costosas campañas para cada una de las candidaturas.  Se olvidan de su verdadero llamado, les vale madre la confianza depositada en ellos al ser seleccionados como dignatarios (esto es una broma) y representantes de los deseos genuinos de superación de todo un pueblo. 

Todo esto en el marco de la legalidad.  Es por esto que siempre reclamo que nos merecemos un "Nuevo Estado de Derecho", que elimine y erradique para siempre todo este oportunismo.  Créalo o no, amigo lector (cuando estoy ebrio todos son mis amigos) esto es un sistema diseñado para, en arroz y habichuelas, chuparnos el vivir (por favor, no lo asocie con lo pornográfico).

Mientras tanto, vivimos una guerra civil fabricada en nuestras mentes por estos burócratas, disparando de la baqueta contra los que creemos son nuestros enemigos.  Sin embargo, cada cuatro años salimos como ovejas ciegas de un rebaño mal cuidado, al matadero electoral.  Allí, a través del voto volvemos a poner nuestra confianza, nuestra fe y nuestras esperanzas de un mejor mañana para nosotros y nuestros hijos (en algún momento los tendré) en las manos de estos tipejos, que son el verdadero cáncer de nuestra sociedad.  Somos nosotros los que hacemos plausibles su piratería y aceptamos a cambio sus  supuestas dádivas o migajas (como los dos días sin pagar IVU en los efectos y materiales con fines Educativos).


Solamente cuando abramos los ojos al mundo real, encontraremos la luz al final del túnel que nos sacará de esta oscuridad permanente.  Oscuridad que no nos deja ver como otros pueblos tienen la valentía y el coraje que nos falta a nosotros para tomar las riendas de nuestro destino colectivo.  Oscuridad que no permite que identifiquemos los verdaderos causantes de nuestra patética realidad, y nos tiene viviendo dando golpes a ciegas.  Oscuridad que nos mantiene paralizados e inmóviles por miedo a dar pasos en falso.  Sigamos el camino de esos pueblos rebeldes, que  encuentran su orgullo nacional y defienden su patrimonio.  Al final de la lucha... la luz también brillará para nosotros.

¡Levántate y anda!     

(Otra Nota: Pido disculpas anticipadas por los errores, horrores y/o disparates que pueda usted encontrar en estas líneas. Recuerde que ha sido el enorme estado de embriaguez y la fuerte resaca los que han dirigido mis palabras) 

martes, 18 de junio de 2013

Aquí, allá y en todas partes: Las virtudes de la comedia, en palabras de Eva Cristina Vásquez

por Carlos Esteban Cana


Foto Cortesía de María Cristina Fusté

Conversar con la actriz y dramaturga Eva Cristina Vásquez, es pulsar la voz de quien desde muy joven ha tenido claro su horizonte.  Actriz, Educadora y Dramaturga, así, en mayúsculas, con una entrega total e incondicional al teatro, Eva Cristina se ocupa estos días de dar los toques finales a la reposición de “Lágrimas Negras: Tribulaciones de una negrita acomplejá”.  Obra que a partir de su creación, en el 2002, se ha presentado en el Teatro de la Universidad de Puerto Rico, así como en el Victoria Espinosa -también en Borinquen- y en salas especializadas del circuito teatral de La Gran Manzana.  Ahora, y por espacio de once días, el público tendrá una nueva oportunidad para disfrutarla en Teatro Pregones, a partir del próximo 20 de junio.

Por lo anterior, quiero compartir en esta nueva entrega de 'Aquí, allá y en todas partes', una columna que centra su contenido en aspectos del proceso creativo, las impresiones de esta dramaturga con respecto a las ventajas que tiene la comedia como género teatral, aún cuando una obra como 'Lágrimas Negras' indague y explore un tema tan serio como lo es el racismo.

Foto Cortesía de María Cristina Fusté
Puntualiza Eva Cristina Vásquez: "Lágrimas Negras es una comedia-drama, así que la gente no se siente atacada; más bien la observa y hay quien dice: 'Es verdad'.  Y es que con el sentido del humor se pueden ver las cosas desde otro punto de vista, porque la discusión del tema se puede volver demasiado personal, se puede volver agresiva si uno lo hace desde el drama, mientras que la comedia abre unos espacios que permite que uno se ría de sí mismo.  La comedia es útil para que la gente se vea en un espejo pero no se sienta atacada... No es lo mismo cuando una persona blanca hace una crítica de la situación, que cuando una persona afrocaribeña, como yo, diga desde esta posición qué fue lo que sentí.  La comedia es muy buena para eso porque lima ciertas asperezas de antemano que, claro, no necesariamente trivializa la situación sino que te hace verla, como dije, desde un punto de vista que a lo mejor, como público, nunca te habías planteado."

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Esta serie de artículos dedicados a la obra y trayectoria de Eva Cristina Vásquez continúa en el periódico cibernético El Post Antillano, así como en las bitácoras de los escritores Yolanda Arroyo Pizarro y Angelo Negrón.

Para mayor información acerca de la presentación de 'Lágrimas Negras: Tribulaciones de una negrita acomplejá' en Teatro Pregones puede comunicarse al 212-868-4444
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Carlos Esteban Cana - Escritor y comunicador puertorriqueño. Ha cultivado el cuento, el micro cuento, y la poesía. Actualmente, sin embargo, se ocupa de darle forma a sus dos primeras novelas y a un volumen de ensayos. Colaborador de varias publicaciones impresas y cibernéticas, en Puerto Rico y otros países. Bitácoras y publicaciones alrededor del planeta, como Confesiones, del narrador Angelo Negrón, reproducen su boletín "En las letras, desde Puerto Rico".  Para el periódico cibernético El Post Antillano también publica su columna "Breves en la cartografía cultural". En verano del 2012, Carlos Esteban publica Universos, libro de micro-cuentos bajo el sello de Isla Negra Editores. Otros dos libros aparecerán durante el presente semestre. El primero titulado "Catarsis de maletas: 12 cuentos y 20 años de historia", ofrece una vista panorámica de una pasión que el autor ha desarrollado, por cuatro lustros, en el género del cuento. "Testamento" es el segundo de los libros mencionados, poemario antológico que reúne lo más representativo de su poesía; género del que Cana manifiesta: "Fue la propia poesía que me seleccionó como medio, como intérprete". Cana es conocido además por haber fundado la revista y colectivo TALLER LITERARIO, que marcó la literatura puertorriqueña en la última década del siglo XX en Puerto Rico.

sábado, 13 de abril de 2013

Mucho más que un Misil

por Sherly Rivera

Le agradezco al compañero cibernauta, Caronte Campos Elíseos, el que me haya separado un espacio en, Solo Disparates, uno de los blogs sociales de más difusión en los últimos tiempos.  En mi blog, A Posteriori,  busco “llevar de la mano” al pueblo puertorriqueño en áreas poco estudiadas, ignoradas y hasta cierto punto restringidas al ciudadano común. Vivimos en tiempos en que ser lego e ignorantes es la mejor arma de un Estado, y donde el conocimiento es nuestra única libertad.


Mucho más que un “Misil”

Hay pocas cosas más temibles que las palabras “Bomba Nuclear”, estas apelan a nuestros temores, miedos, pesadillas… juegan hasta con la psiquis del hombre más equilibrado. Históricamente estas armas de destrucción masiva solo habían sido utilizadas en conflictos bélicos donde eran consideradas como “último” recurso para “acabar” con las guerras, ahora son la primera opción ante cualquier provocación.
En los últimos días hemos sido testigos, y parte, de las nuevas tensiones internacionales a causa del conflicto entre Estados Unidos y Corea del Norte. Esto ha traído nuevamente a la palestra pública el tema nuclear, así como sus verdaderas repercusiones, intereses, orígenes y propósitos. Pero detrás de este conflicto existe un bagaje de hechos, someramente discutidos y poco analizados.

Las tensiones entre Corea del Norte y Estados Unidos se remontan a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) donde Corea, que estaba ocupada por Japón, es dividida en Norte y Sur como consecuencia de un acuerdo entre la antigua Unión Soviética (y China) y los Estados Unidos de América (con la ONU). Se acordó que esta división no sería permanente, pero Estados Unidos no cumplió. Como consecuencia de la división de este “botín de guerra” Corea fue dividido en un Norte socialista y un Sur capitalista.

El socialismo, según la Real Academia Española, es un “sistema de organización social y económico basado en la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción y en la regulación por el Estado de las actividades económicas y sociales, y la distribución de los bienes.” Karl Marx, padre del socialismo, establece que este tipo de gobierno busca la planificación racional (su utilidad física) de los valores de cambio, mientras el capitalismo busca producir valores de uso como un subproducto de la búsqueda del beneficio.

Al Sur estar atado al que hace unos años fue la primera potencia mundial existe una marcada diferencia entre ambos extremos, donde el Sur meridianamente florece ante el auge del capitalismo, mientras el Norte busca el bien social utilizando racionalmente sus valores, que al fin y al cabo no bastan.

Luego de acabada la Segunda Guerra Mundial, esto por la vía rápida gracias a la Bomba Atómica, desarrollada y arrojada por Estados Unidos de América en Japón; se creó el Consejo de Seguridad de las Naciones (1946), que se reúne en la sede de la ONU, y que actualmente cuenta con quince (15) naciones, cinco (5) permanentes y diez (10) temporales. Casualmente sus miembros permanentes fueron aquellos cuatro potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial (actualmente Federación Rusa, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Republica Francesa y los Estados Unidos de América), más la República Popular de China.  Estas mismas naciones, según el Tratado de No Proliferación Nuclear (1968) son las únicas naciones que se le permite la posesión de armas nucleares.


En innumerables ocasiones se ha tratado de unificar a este país, pero la influencia de sus invasores ha sido más fuerte que la sangre. Con la Guerra de Corea (1950) se enfrentaron los hermanos y el paralelo de los 38˚(franja divisoria, y ecuatorial, entre las dos Coreas) se convirtió en un campo de batalla delineado estratégicamente por el extranjero, que hasta nuestros días delimita las fronteras de ambas naciones y ha redundado en la casi inexistente esperanza de un tratado de paz entre ambas partes.

Corea de Norte, nación que no es parte del Consejo de Seguridad de la Naciones, y a su vez no es una de las cinco naciones (arriba señalados) que pueden tener en su poder armas nucleares, bajo el mandato comunista de Kim II-sung (1948-1994) había tenido una relación atípica con los Estados Unidos, esto hasta que en 2003 Kim Jong-il (1994-2011), hijo y sucesor de su padre Kim II-sung, reanudó su Programa de Armas Nucleares, anulando así su firma en el Tratado de No Proliferación Nuclear. Esta negativa a seguir los parámetros establecidos por los cinco (5) miembros del Comité de Seguridad de las Naciones ha provocado que se le apliquen, a través de los años sanciones tales como:

  • Detener la ayuda humanitaria
  • Embargo de Armas
  • Prohibición relativa de venta y suministro de artículos de lujo,
  • Prohibición a viajar y la congelación de los activos de personas seleccionadas
  • etc.
Estas sanciones han intensificado la ya precaria situación económica y social de Corea de Norte, donde el hambre y la desesperación han sido la orden del día, pero el sentimiento patrio de su pueblo y fidelidad a su régimen comunista, vigilado y penalizado por la comunidad internacional, los ha alimentado para dar su vida por su nación. No podemos obviar el hecho de que el régimen ha aislado a los norcoreanos de cualquier comunicación o noticia exterior durante años, pero su pueblo no ha aceptado pero la gran mayoría de los países no.

La figura de Kim Jong-un (2011 al presente) sucesor de su padre, ha añadido más tensión a un ambiente ya hostil. El joven dirigente, muy parecido a su padre, suscita frialdad y temor y, aunque en ocasiones su comportamiento sea objeto de burlas,  ya sea por su inexperiencia o gustos extravagantes, cierto es que está a un paso de provocar un conflicto nuclear en la Península.

El 12 febrero de 2013,  Corea del Norte realizó una prueba nuclear en total bravata de sus opositores, que ocasiono un sismo que afecto a los países vecino, lo cual para la ONU y Estados Unidos supuso un claro desafío. En marzo de 2013 Corea del Sur y Estados Unidos iniciaron maniobras militares, que para el líder comunista, ante el ambiente cargado, están orientados con el fin de provocar a Corea del Norte y por ende comenzar una guerra nuclear. Para aumentar las tensiones el portavoz del Pentágono, George Little, el 18 de marzo de 2013 reveló que a principios del mes de marzo aviones bombarderos sobrevolaron Corea del Norte, además de realizar otras maniobras militares. Con esta acción de los Estados Unidos, Correa del Norte anuló el acuerdo de no agresión con su hermano sureño.

El incremento de la presencia militar de Estados Unidos en las inmediaciones de Corea del Norte, con buques de guerras con sistemas antimisiles, aviones espías, submarinos nucleares y cazas F-22 e incluso una plataforma naval para vigilar los movimientos del hermético régimen comunista, han recrudecido la actitud del prepotente e indiferente joven líder, que bajo la sombra de sus antecesores busca  vanagloriarse ante su pueblo.
             
Estados Unidos como “Presidente” de la ONU, Comisión de Seguridad de las Naciones y guardián del “Tratado a la No proliferación Nuclear” busca una ficticia armonía, donde perpetuar  su poder no permitiendo lo que ellos le sobra. Corea del Norte, con Kim Jong-un  busca estar en los libros de historia e inmortalizarse ante su pueblo. Las amenazas de Kim Jong-un más allá de ser “irracionales” (para nosotros) y que sólo  avivan el orgullo enajenado de los norcoreanos, pueden ser un grito a la comunidad internacional para que ayuden a su pueblo, pues tienen la creencia de que al  tener “Poder Nuclear” van a ser escuchados, en completa referencia a los Estados Unidos de América.

Tenemos que ver más allá de lo evidente…


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Sherly Rivera - Naranjiteña. Posee un Bachillerato en Relaciones Laborales, de la Universidad de Puerto Rico (Magna Cum Laude).  Egresada de la Escuela de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Ponce (Cum Laude).  Ex-Fanática (en rehabilitación), siendo parte del rebaño de los "Nunca valorados y siempre olvidados".  En sus propias palabras: “No creo en el imaginario, pues lo evidente es lo suficiente para dejar de soñar”.  En la actualidad escribe sobre temas de derecho en su blog, A Posteriori.