Hombre
de bien y de una sola pieza entrañable,
Padre
fuera de serie como el que más,
Esposo
cabal y campeador,
Compañero
puntual y amable
en
las buenas, en las malas y en las peores.
Brindo
por un titán de lo cotidiano,
Generoso
a la carta de los demás
en
cuya sonrisa a vuelta redonda y carrusel
(apacible,
acogedora y relampagueante)
el
dolor era menos dolor,
y
el afán menos afán.
Brindo
por el ser infaltable y leal,
que
prestaba su oído al implicado semejante
sin
libreta de cobros ni sobregiros de intereses
solo
para escucharte a la buena de la ternura y el respeto
y
en alma de tu hombro.
Brindo
por el humorista ágil, juguetón e inteligente,
El
de la sonrisa trueno y cómplice,
El
que aprendió a nunca quejar,
El
valiente entre los valientes,
El
soldado de fila para el siempre estar.
Brindo
por un patriota amurallado del día a día,
que
como el Cid de las leyendas
o
el Xavier de los Xs Men
cabalgaba
en una silla de ruedas
que
a diferencia del Profesor Xs
(cuyo
dominio liberaba su poderosa mente)
Luis
Pérez, desataba su corazón vencedor y puro,
Su
mayor poder, mimo y reciedumbre de influjo.
Brindo
hermanos y hermanas que aquí dolemos
hasta
los huesos
por
este Boricua en mayúscula
que
hoy regresa al dominio de los luceros,
Por
haber dado luminiscencia en la vida a manos llenas,
Por
habernos tocado y retocado
¡Dínamo,
amoroso, coautor e indomable!
Que
viva, viva y viva, Luis Pérez,
Amado
hermano, hermano amado,
Siempre
en nosotros
como
nosotros en sus Siempre.
¡In
Memoriam... a tres meses de su trascendencia!
Al amigo, hermano y gran ser humano, Luis Pérez, con el cual tuvimos el privilegio
de coincidir en este plano, y aspiramos a coincidir en el próximo; dedicamos
este pequeño espacio y humilde homenaje.
Vayan para él y para su familia siempre, nuestros respetos.
Caronte Campos Elíseos