por Carlos Esteban Cana
Si algún lugar del planeta ha recibido con los brazos abiertos la presencia y obra de Astrid Lander, ese lugar -ese Archipiélago en nuestro caso- ha sido Puerto Rico. Sus visitas siempre han dejado surcos de intercambio con sus colegas boricuas, entre l@s que se encuentran Mairym Cruz Bernal, Mayda Colón, Stefan Antonmattei, Yolanda Arroyo Pizarro, Walberto Vázquez, Zulma Oliveras y Kattia Chico.
Sus visitas a diversos eventos culturales han sido la situación de turno para continuar con interesantes conversaciones. En las mismas despunta siempre la noción cabal del oficio, la búsqueda incansable de la belleza, y el sentido de solidaridad. Y es que Astrid siempre nos ha dejado, a quienes habitamos estas costas caribeñas, lecciones de sensibilidad e introspección, esas columnas esenciales que permiten oxigenar el Ser.
Sirva esta parte final de nuestra tertulia de turno para que, de un modo u otro, sean ustedes, estimados lectores de “Buscando luz al final del túnel”, partícipes de lo anterior.
No queremos concluir sin agradecer al editor de este espacio, Caronte Campos Eliseos, la publicación de esta entrevista. De igual manera extendemos el agradecimiento al escritor Angelo Negrón por reproducir la primera parte. Y, de manera especial, a la escritora venezolana Astrid Lander por permitirme continuar indagando en su universo creativo.
Ahora le dejamos a la poeta la palabra.
“La respiración del silencio”: el buen camino de Astrid Lander (Segunda parte)
Carlos Esteban Cana: Hay quienes piensan que las mejores páginas salen de situaciones extremas o dolorosas... ¿Qué piensas al respecto?
Astrid Lander: Cada vivencia que vive el ser humano es válida para ser susceptible de escribirla. Porque se trata del alma, de lo que nos iguala, lo que nos une como ser humano. Se trata de apuntar y dar con ello.
Carlos Esteban: Otros esgrimen la tesis de que ese periodo nocturno y sinuoso de los sueños, abona para la creación ¿Será valioso ese universo onírico para crear?...
Astrid Lander: Es un clásico nutrirse de los sueños, de las fantasías para crear, lo surrealista de aprovechar el inconsciente. Usarlo, sí, como delirio, como necesidad expresiva, como imágenes poderosas, enriquecedoras, como significantes de lo que se escribe.
Carlos Esteban: ¿Hay algo que no te gusta o disfrutas del oficio, de ser creadora?
Astrid Lander: Cuando termino de escribir el libro, por mi parte ya está listo, pero hay que salir a buscar cómo publicarlo, diligencia que no me gusta para nada.
Carlos Esteban: Prefieres escribir o crear todas las semanas o tienes periodos voluntarios de silencio artístico...
Astrid Lander: Es mi hábito escribir diariamente en horas matutinas, así sea como ejercicio, como calentamiento. Es una necesidad, cuando no escribo, siento que me falta algo, ese algo se cubre al leer o escribir.
Carlos Esteban: Otros teóricos del proceso creativo, o incluso artistas, manifiestan que el creador es un medio, una especie de antena o médium por el que desemboca la creación. ¿Concurres con esa idea?
Astrid Lander: El escritor ha de dar la palabra necesaria. La poesía que acomete y repone a la palabra en su valor de composición del mundo, de recitación del espíritu de la humanidad. Hallar la entonación que permita enfocar la pureza de ser humanos a un sentir que nos amplíe y englobe. Con fe en el sorpresivo detalle de la transparencia y la reconfirmación de que el amor sí tiene cabida para celebrar la vida. Ahí es donde marca su latido la poesía redentora, la que alivia, la que recuerda la felicidad en medio de la tristeza.
Carlos Esteban: Astrid, ¿a qué aspiras con tu arte?
Astrid Lander: A que para cada quien haya un poema que le aguarde, para que le responda, le pertenezca. A eso aspiro, a que un poema mío le sea adjudicado a alguien.
Carlos Esteban: Cuáles han sido los libros más significativos, esas obras –de cualquier disciplina- que ocupan un lugar de privilegio en tu biblioteca...
Astrid Lander: Hay todo un repertorio de obras artísticas que me estimulan, es difícil enumerar por aquello de ceñir, mas puedo nombrarte los poemas de Borges, las pinturas de Dalí, la música de la Flauta Mágica de Mozart, hay tantas maravillas del arte, de la escritura. Ah, y me deleitan los diccionarios.
Carlos Esteban: A veces, como autor, tenemos un aprecio particular por un libro de nuestra autoría... ¿Cuál de tus libros o cuadernos propios merece tal aprecio?
Astrid Lander: El aprecio es al poemario Buen Camino, el cual le agradezco a los amigos escritores puertorriqueños que haya salido a luz, a ti, a Mairym Cruz Bernal, a Mayda Colón, a Stefan Antomattei, a quienes estaban en el taller de Mairym y me escucharon leer unos poemas que escribí mientras recorrí el Camino de Santiago y fueron ustedes quienes me dijeron que allí había un libro para publicarlo. La sonrisa que siempre les saco cuando les leo el ‘poema del caballo’, como lo llaman, eso se los agradezco. Y ahora ya ves, ese poemario está traducido al gallego, al portugués, (está publicada una edición trilingüe), también traducido al catalán y alemán, y son traducciones hechas por poetas que generosamente, por propia iniciativa me han dado ese regalo.
Carlos Esteban: En una sociedad tecnológicamente globalizada con redes cibernéticas y teléfonos inteligentes y espacios en la Web como Youtube... ¿Crees que tales ‘herramientas’ colocan en ventaja de exposición a los autores actuales?... En tu caso, esos recursos, han sido útiles...
Astrid Lander: Claro, son utilísimos en cuanto a la comunicación instantánea con el mundo y eso es vital para un escritor porque no puede estar ajeno a lo que sucede afuera y apoyo la multimedia para la creación, mas que no se te vaya de la mano, que siempre prevalezca lo unplugged, que no se pierda la naturalidad, la intimidad.
Carlos Esteban: ¿Cuál, entiendes, es el mayor reto que tiene de cara un autor en el futuro?
Astrid Lander: La lectura de poesía: La cuestión es atraer hacia la lectura, que comprueben la potencialidad de la poesía, el conocimiento sensible que se halla en la matriz de la poesía; la sabiduría concentrada en la experiencia de un verso, de un poema, de un poemario. Es apreciar los poemas que te ofrecen una lección de vida, porque leer un poema es catalítico de los sentimientos, es un animado abrazo poético ante tanto fuego cruzado. El mayor reto está en que cada una de las personas asuma que lo que se halla en los buenos libros es una manera de revivir el mundo y sentir la palabra armónica que ausculta y transforma a bien.
Carlos Esteban: Y para finalizar, Astrid... ¿Qué te ocupa en estos momentos? ¿En qué linderos artísticos pernocta actualmente la creadora que eres?
Astrid Lander: Siempre ha de haber un proyecto que te mantenga vital. Ahora mismo quiero plantearme sacar una antología de mi poesía, reunir los poemas que he escrito desde que me inicié, los poemas que me satisfacen y visualizar así los que expresan mi voz. En eso ando. A la par puliendo poemas inéditos. Y sigo con mis talleres, ya me tocó la hora de orientar a las nuevas generaciones acerca del oficio de la escritura literaria.
____________________________________
Carlos Esteban Cana – Comunicador y escritor. Nació en Bayamón, Puerto Rico, pero se crió en el pueblo costero de Cataño. Fundador de la revista y colectivo TALLER LITERARIO, publicación alternativa que marcó la última década de creación literaria boricua en el siglo XX. Ha trabajado en el Instituto de Cultura Puertorriqueña como Coordinador Editorial, Director de Prensa para la V Feria Internacional del Libro de Puerto Rico y como Coordinador de Medios para el Encuentro de Escritores De-Generaciones. Su periodismo cultural ha sido publicado en periódicos y publicaciones como Dialogo, Cayey, CulturA, El Nuevo Día, y Resonancias, entre otras. Fue parte del colectivo El Sótano 00931. Colaboro con el poeta Julio Cesar Pol, junto a Nicole Cecilia Delgado y Loretta Collins, en la antología Los Rostros de la Hidra.
Su periodismo cultural es reproducido en diversos espacios y bitácoras cibernéticas, con columnas como: Breves en la cartografía cultural; Aquí allá y en todas partes; Crónicas urbanas y el boletín En las letras, desde Puerto Rico, en bitácoras como Confesiones, Sólo Disparates: buscando la luz al final del túnel, Panaceas y placebos, Boreales, Revista Isla Negra y en periódicos como El Post Antillano. Tiene tres libros publicados: Universos (micro-cuentos); Testamento (antología poética; una selección de 46 cuadernos) y Catarsis de maletas (cuentos). Actualmente reside en la ciudad de Nueva York y desarrolla la plataforma multi-mediática Servicios de Prensa Cultural. Para Carlos Esteban Cana profesar creación y cultura es como recibir oxígeno; vehículos que le permiten ejercer su libertad.