martes, 30 de junio de 2015

Ojos Furtivos: Presentación y acogida

por  Caronte Campos Elíseos

El pasado sábado, 27 de junio del año de nuestro señor Jesucristo, se llevó a cabo en, The Poets Passage, la presentación de la novela Ojos Furtivos, escrita por el autor puertorriqueño, Angelo Negrón.  Demás está decir que este narrador, cuentista y poeta es un asiduo colaborador de nuestro blog.  Aunque no fui invitado formalmente, me di cita para presenciar el evento.  Luego de compartir unas copas de buen vino, piscolabis y buena charla, dio comienzo la actividad.  El maestro de ceremonia, Carlos Esteban Cana (también colaborador nuestro), comenzó por presentar la familia (esposa e hijas) del autor, quienes tenían un gran reconocimiento para este buen padre y esposo.  Acto seguido, inició la introducción del excelso panel de escritores, quienes estarían a cargo del intercambio de impresiones sobre la obra.  Wanda Cortés, Amílcar Cintrón y Antonio Aguado Charneco (todos grandes escritores), discutieron con el autor sobre la trama, el contenido y sobre todo, de los personajes que se desenvuelven (o se envuelven) en los distintos escenarios.  Escenarios que Angelo Negrón nos muestra con gran majestuosidad y perspicacia.  La lectura de fragmentos de la novela estuvo a cargo de Juan Carlos y Luis Francisco Cintrón, ambos escritores muy prolíficos, y de una de las hijas mayores del autor. 
  
Se discutieron en el evento muchos de los aspectos tocados con gran audacia y valentía en el desarrollo del drama novelesco.  El amor, la perversión, la sexualidad, la diversidad cultural, la intimidad, el sexo, el derecho a la privacidad, las drogas, los vicios, los excesos, la sensualidad, la prostitución, el ambiente laboral, la rutina, entre otros.  Ciertamente, el autor logra adentrarnos en lo más íntimo de la cotidianeidad de la vida.  Vida que puede ser la de cualquiera de nosotros.
  
Todo el que se dé la oportunidad de leer la obra, sin dudas podrá identificar a algún conocido con uno que otro personaje.  Sin mencionar que seguramente podrá reconocer en algunos de estos, características y costumbres propias (buenas o malas).  El balance perfecto, según mencionara Aguado Charneco, que logra el autor con esta pieza maestra, entre lo pervertido, los perverso, e inmoral, con el romanticismo y el amor, es sencillamente genial.  Puedo dar fe de eso, ya que mi actual vida se puede dividir en el antes y el después de leer Ojos Furtivos.  Yo era un buen parroquiano con mucha fe en el factor humano.  Ahora soy un romántico empedernido sin fe en la humanidad.  Gracias a Angelo Negrón y su talento por el detalle; y a Juan Carlos por su magistral analogía sobre el hermano mayor, los ligones, fisgones y dios.

Tuve que salir huyendo del lugar cuando llamaron la seguridad del lugar, solo porque quería apropiarme del remanente de vino y tentempiés para uso personal.  Pero logré captar, antes de la abrupta salida, algunas imágenes para ustedes, que les dejo a continuación:  













¡Levántate y anda! 


2 comentarios: