por Caronte Campos Elíseos
El
pasado sábado, 27 de junio del año de nuestro señor Jesucristo, se llevó a cabo
en, The Poets Passage, la presentación de la novela Ojos Furtivos, escrita
por el autor puertorriqueño, Angelo Negrón.
Demás está decir que este narrador, cuentista y poeta es un asiduo
colaborador de nuestro blog. Aunque no
fui invitado formalmente, me di cita para presenciar el evento. Luego de compartir unas copas de buen vino,
piscolabis y buena charla, dio comienzo la actividad. El maestro de ceremonia, Carlos Esteban Cana (también colaborador nuestro), comenzó
por presentar la familia (esposa e hijas)
del autor, quienes tenían un gran reconocimiento para este buen padre y
esposo. Acto seguido, inició la introducción
del excelso panel de escritores, quienes estarían a cargo del intercambio de
impresiones sobre la obra. Wanda Cortés,
Amílcar Cintrón y Antonio Aguado Charneco (todos
grandes escritores), discutieron con el autor sobre la trama, el contenido y
sobre todo, de los personajes que se desenvuelven (o se envuelven) en los distintos escenarios. Escenarios que Angelo Negrón nos muestra con
gran majestuosidad y perspicacia. La
lectura de fragmentos de la novela estuvo a cargo de Juan Carlos y Luis Francisco
Cintrón, ambos escritores muy prolíficos, y de una de las hijas mayores del
autor.
Se
discutieron en el evento muchos de los aspectos tocados con gran audacia y
valentía en el desarrollo del drama novelesco.
El amor, la perversión, la sexualidad, la diversidad cultural, la
intimidad, el sexo, el derecho a la privacidad, las drogas, los vicios, los
excesos, la sensualidad, la prostitución, el ambiente laboral, la rutina, entre
otros. Ciertamente, el autor logra
adentrarnos en lo más íntimo de la cotidianeidad de la vida. Vida que puede ser la de cualquiera de
nosotros.
Todo
el que se dé la oportunidad de leer la obra, sin dudas podrá identificar a
algún conocido con uno que otro personaje.
Sin mencionar que seguramente podrá reconocer en algunos de estos,
características y costumbres propias
(buenas o malas). El balance
perfecto, según mencionara Aguado Charneco, que logra el autor con esta pieza
maestra, entre lo pervertido, los perverso, e inmoral, con el romanticismo y el
amor, es sencillamente genial. Puedo dar
fe de eso, ya que mi actual vida se puede dividir en el antes y el después de
leer Ojos Furtivos. Yo era un buen parroquiano con mucha fe en el
factor humano. Ahora soy un romántico
empedernido sin fe en la humanidad.
Gracias a Angelo Negrón y su talento por el detalle; y a Juan Carlos por
su magistral analogía sobre el hermano mayor, los ligones, fisgones y dios.
Tuve
que salir huyendo del lugar cuando llamaron la seguridad del lugar, solo porque
quería apropiarme del remanente de vino y tentempiés para uso personal. Pero logré captar, antes de la abrupta
salida, algunas imágenes para ustedes, que les dejo a continuación:
¡¡Muchas felicidades a Angelo Negrón!! ¡¡Exito!!
ResponderEliminarExcelentes libros, buena lectura!
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