El impacto brutal del psicoanálisis: conversación con Alfredo
Carrasquillo-Ramírez (2da parte)
por Carlos Esteban Cana
Alfredo Carrasquillo-Ramírez
lleva 25 años ejerciendo el psicoanálisis en Puerto Rico. Como pocos ha impulsado
de diversas maneras su difusión, ya sea a través de la docencia, ofreciendo
conferencias o participando de los propios medios de comunicación. Por la
importancia de su presencia en el panorama cultural boricua y por mi particular
interés por el método fundado por Freud, he seguido la trayectoria de
Carrasquillo. A través de los años este psicoanalista ha colaborado con
académicos como Ramón Daubón, Silvia Álvarez Curbelo y Pedro Reina Pérez, entre
otros. Algunos de los libros o antologías en los que ha participado como
coautor son los siguientes: Periodismo y democracia (2000); Ética y retórica en
la comunicación política (2001); Capital social (2002); Entre el crimen y el castigo: Seguridad
ciudadana y control democrático en América Latina y el Caribe (2003);
y Ciudadanía
Activa: Diálogos sobre iniciativas ciudadanas para el fortalecimiento
democrático en las Américas (2009).
A continuación presentamos la
segunda parte de esta edición de “En las letras, desde Puerto Rico” dedicada al
pensamiento de Alfredo Carrasquillo como parte de la serie Conversaciones
fragmentadas. Agradecemos además al editor Caronte Campos Elíseos por
reproducir la misma en su blog Buscando la luz al final del túnel. En estas
reflexiones Carrasquillo nos habla de la razón que le mueve a identificarse con
la llamada Escuela Lacaniana. También examina el impacto que ha tenido el
psicoanálisis en la cultura global durante los últimos dos siglos.
***
Alfredo Carrasquillo-Ramírez: Yo privilegio la Escuela Lacaniana porque es
en la que yo me formé. Y de todas las que he estudiado me parece que tiene una
propuesta sólida, más rigurosa, y la que más ha avanzado… pero ahí estoy yo
prejuiciado en el sentido que es desde donde estoy inserto. Sin embargo creo que el psicoanálisis en todas
sus tradiciones ha tenido un impacto brutal en la cultura del último siglo. Es decir, pensemos en el surrealismo, en todas
las vanguardias de comienzo de siglo, en el cine, en Hitchcock, es decir, la
cultura del siglo XX –incluso la cultura del siglo XXI- de muchas maneras no
hubiesen sido posible como fueron sino es por el psicoanálisis. No es posible plantear muchas de esas cosas
sin esa contribución. Uno puede decir, la tradición Lacaniana es mucho más
solida que la tradición norteamericana del psicoanálisis, de la psicología del
yo. Pero bueno, gracias al psicoanálisis
norteamericano tenemos a Woody Allen y su cine.
Es decir, tiene su impacto de distintas maneras, lo que pasa es que yo
creo que la riqueza de la Escuela Lacaniana y de la tradición francesa es que
comunica con más disciplinas. El psicoanálisis francés es un retorno a Freud,
el psicoanálisis Lacaniano es un retorno a Freud desde la lingüística
estructural, en diálogo con la filosofía, en diálogo con la semiología, en
diálogo con un montón de disciplinas. Lacan vivía en un momento de gran
vitalidad cultural en la que había un diálogo con Levi Strauss, con Albert
Camus, con los surrealistas, con los existencialistas por supuesto; la gente
estudiaba a Hegel, a Alexandre Kojeve, también a Heidegger. Un momento importantísimo
y en ese momento hay muchas intertextualidades con un montón de otras cosas que
se estaban haciendo y pensando lo que le da una riqueza muy particular. Tal vez
las primeras generaciones de psicoanalistas, posfreudianos estuvieron en el
mundo anglosajón. Ese mundo anglosajón
uno podría decir que nunca entendió a Freud del todo. Hay como ciertas limitaciones culturales para
entender el psicoanálisis. Tal vez los
países de origen más católico que protestante pudieron entender mucho mejor el
psicoanálisis y lo que traía. En la
segunda mitad del siglo XX y comienzos del XXI, ¿qué lugares son de mucha
vitalidad psicoanalítica? Francia y
Argentina y obviamente hay mucha diversidad de psicoanalistas –sobre todo los
psicoanalistas de la escuela francesa y Lacaniana van a cobrar una fuerza
grandísima. Y se han hecho un montón de
contribuciones en otros sitios; sobre todo en los países latinoamericanos,
hispanoparlantes y francófonos es tal vez donde esto ha cobrado una fuerza
mayor.
Añadiría a lo que te menciono que Francia sigue siendo
un lugar importante pero la capital del psicoanálisis es Argentina. En
Argentina dicen que hasta los taxistas son psicoanalistas. Está muy presente en su cine, en la
literatura, en la cultura en general del argentino, yo dudo que tú encuentres
un argentino que no reconozca la conciencia del inconsciente. A la mitad de los puertorriqueños o más, les
preguntas del inconsciente y a lo mejor lo que están pensando es en una cosa
así media subterránea; por más que sea un concepto de la cultura general. En la medicina en Argentina, un médico no
descarta la dimensión inconsciente a la hora de pensar la clínica que trabaja. Culturalmente tiene una presencia por todos
lados. La tiene. Hay otros países donde esto empieza a tomar
fuerza. Colombia es un país donde el
psicoanálisis tiene mucha vitalidad. España
es un país donde tiene mucha vitalidad. Francia la sigue teniendo. Yo diría que
son los países… En Estados Unidos el psicoanálisis está más de capa caída en su
práctica clínica pero hay un resurgimiento del psicoanálisis y también en
Canadá que llega no desde la clínica sino desde los estudios culturales, de la
literatura, de la teoría política y va entonces entrando al mundo de la
clínica. Así que yo vislumbro que en los
próximos 10 o 20 años vamos a ver una mayor vitalidad o presencia del
psicoanálisis nuevamente en Estados Unidos. En la medida en que los modelos
médicos, psiquiátricos y psicológicos fracasan o siguen fracasando, el
psicoanálisis vuelve aparecer como una alternativa que propone otra vía para
manejar el malestar humano, el dolor de los seres humanos, y de esa manera va
aparecer como una respuesta diferenciada.
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La primera parte de esta edición de En las
letras, desde Puerto Rico dedicada al pensamiento del psicoanalista Alfredo
Carrasquillo-Ramírez está disponible en el blog Confesiones.
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Carlos Esteban Cana – Comunicador y escritor. Nació en Bayamón, Puerto Rico, pero se crió en el pueblo costero de Cataño. Fundador de la revista y colectivo TALLER LITERARIO, publicación alternativa que marcó la última década de creación literaria boricua en el siglo XX. Ha trabajado en el Instituto de Cultura Puertorriqueña como Coordinador Editorial, Director de Prensa para la V Feria Internacional del Libro de Puerto Rico y como Coordinador de Medios para el Encuentro de Escritores De-Generaciones. Su periodismo cultural ha sido publicado en periódicos y publicaciones como Dialogo, Cayey, CulturA, El Nuevo Día, y Resonancias, entre otras. Fue parte del colectivo El Sótano 00931. Colaboro con el poeta Julio Cesar Pol, junto a Nicole Cecilia Delgado y Loretta Collins, en la antología Los Rostros de la Hidra.
Su periodismo cultural es reproducido en diversos espacios y bitácoras cibernéticas, con columnas como: Breves en la cartografía cultural; Aquí allá y en todas partes; Crónicas urbanas y el boletín En las letras, desde Puerto Rico, en bitácoras como Confesiones, Sólo Disparates: buscando la luz al final del túnel, Panaceas y placebos, Boreales, Revista Isla Negra y en periódicos como El Post Antillano. Tiene tres libros publicados: Universos (micro-cuentos); Testamento (antología poética; una selección de 46 cuadernos) y Catarsis de maletas (cuentos). Actualmente reside en la ciudad de Nueva York y desarrolla la plataforma multi-mediática Servicios de Prensa Cultural. Para Carlos Esteban Cana profesar creación y cultura es como recibir oxígeno; vehículos que le permiten ejercer su libertad.
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