por Carlos
Esteban Cana
Durante el
mes de junio tuve el privilegio de ser parte de un panel auspiciado por el PEN
CLUB de Puerto Rico en Plaza de la Cultura en Hato Rey. El mismo gravitaba en
torno al tema de El escritor ante la palabra, y también participaron los
creadores Stefan Antonmattei, Yolanda Arroyo Pizarro e Irma Rivera Colón. El
propósito de los organizadores que los autores, a raíz de su experiencia en
varios géneros literarios, ofrecieran su perspectiva. Coordinó el encuentro la
novelista María Zamparelli y moderó la velada la escritora Dalia Stella
González. El evento contó con la presencia de José Muratti, quien recientemente
anunció que por compromisos académicos renunciaba a la presidencia del PEN
después de haber dejado una estela de actividades culturales, talleres y
publicaciones. También logró que el próximo año Puerto Rico sea la sede de 82do
Congreso del PEN Internacional.
Como “Aquí,
allá y en todas partes”, columna exclusiva para la bitácora del editor Caronte
Campos Eliseos, focaliza sobre diversos
aspectos del proceso creativo, comparto fragmentos de una conversación que se
dio entre la novelista Dalia Stella González y este servidor.
Dalia Stella
González: ¿Qué es para ti la palabra y cómo te acercas a ella?
Carlos
Esteban Cana: Neruda hablaba de que los conquistadores habían arrasado con
todo… pero que a la misma vez habían dejado todo en las palabras… Sin duda, es
una relación endémica, diría yo, la que tengo con la palabra. No imagino mi
vida sin ella. En Psicoanálisis hay quien dice que la
protagonista del proceso terapéutico de sanación es la palabra. Yo he sido
sanado de múltiples maneras a través de la palabra.
Dalia Stella: Por un
lado Poe ha dicho que: “Nuestro mundo es un mundo de palabras”. (E.A. Poe, Al Aaraaf) y el español Enrique
Vila-Matas (Premio Rómulo Gallegos) expresó que: «no puede existir
ya buena literatura si en ésta no hay implícita de fondo una reflexión que
cuestione incluso la posibilidad o la noción misma de la literatura». Dos puntos ejes respecto a la palabra. Por un
lado la confianza, por otro, la desconfianza en la capacidad expresiva del
lenguaje. ¿Qué opinas sobre esto?
Carlos
Esteban: Entiendo que hay una relación simbiótica entre la certidumbre y la desconfianza…
La relación del sujeto escritural con respecto a su capacidad expresiva
mediante el lenguaje es dinámica. Como el péndulo ese ‘apalabrador’ se mueve
entre ambos polos, pues el propio sujeto es un ser en continuo proceso de
individuación dirían los jungianos…
Dalia Stella:
¿Con quién hablaste de literatura por primera vez?
Carlos
Esteban: Hay dos personas que identifico como agentes catalíticos, por un lado
un tío ebanista que hasta el sol de hoy es un apasionado por la lectura, un
verdadero autodidacta; por otro lado, una prima cantante de ópera con
notoriedad en su época, durante los 60’s y 70’s. Ambos me expusieron de una
forma u otra al vasto universo de las letras.
Dalia Stella:
Exploraste mucho sobre un género que remarca el poder de la palabra y el
sentido atrapado en ellas. ¿Qué puedes abundarnos?
Carlos
Esteban: Ese poder de la palabra es pleno a la hora de hacer aprehensión de la
realidad, bajo el prisma personal; una realidad que, sin embargo, nunca es
estática. En ocasiones puede parecer sinuosa, inaprensible como la brisa, la
bruma o el agua… Pero eso no parece quitarle norte al creador que busca hacer
alquimia de sus emociones y experiencias con la belleza.
Dalia Stella:
Los griegos introdujeron el término colosal, lo inconmensurable, lo que
no tiene dimensión humana…
Una de las teorías del arte es que los
objetos en la realidad no suelen tener una dimensión extraordinaria, sino que
el artista decide el elemento que va a resaltar. Por ejemplo Van Gogh destacaba el color, Boticcelli la línea, mi
padre remarca el volumen para magnificar el objeto. Por eso él dice que una
manzana colosal es más manzana que la manzana real de la vida cotidiana. ¿Cuál crees que es tu aporte como artista de
la palabra para exaltar la realidad?
Carlos Esteban: Esta pregunta me remite
a lo que se dice con respecto a la narrativa: no es lo que se cuenta sino cómo
se cuenta. Quizás esa inconmensurabilidad a la que hacías referencia al
principio puede sondearse –digámoslo así-, más con la poesía… Pero volviendo a
los ejemplos de los pintores no veo otra cosa que diversos métodos para esa
exaltación de la realidad… En mi caso tendría entonces que pensar esta pregunta
desde el género que me ocupe a la hora de acercarme a la página en blanco. La
experiencia es distinta cuando trabajo cuento, poesía, microcuento, ensayo, o
novela… La materia prima utilizada –en este caso el género literario- impone su
propia respuesta, que siempre va aromatizada con la emoción de turno a flor de
piel.
Carlos Esteban: Depende de lo que
quiera comunicar en el momento… En ocasiones lo que fluye armoniza en poesía,
en otras instancias en cuento o microcuento. Lo mismo puedo decir del ensayo y
la novela. Por eso puedo entender cuando ciertos creadores manifiestan que son
incomprendidos. Es difícil ser artista en una sociedad que aspira a tener
resultados inmediatos y visibles… cuando en muchos casos el proceder del artista
y del humanista es un trabajo en profundidad…
Dalia Stella: ¿Crees que hay un
denominador común en el modo de acercarte a tus lectores, irrespectivo del
género que trabajes?
Carlos Esteban: Quizás ese ‘denominador
común’ que me permite acercarme al lector sea la aspiración de hacerme
entender… No olvides que mi formación primaria es el ámbito de las
comunicaciones.
Dalia Stella: ¿Cuáles son tus
preferencias literarias? ¿Cómo estas han influido o influyen en tu palabra?
Carlos Esteban: Las preferencias
literarias cambian con el tiempo. Si en un principio, siendo niño, me cautivaba
leyendo las historias de la Biblia (la historia de José, Salomón, los salmos) y
los cuentos en Selecciones del Reader’s Digest, o las aventuras del Quijote en
una edición para niños o la Vuelta al mundo en 80 días de Julio Verne. Después
vinieron Tolstoy, Quiroga, Laguerre, Borges… y Neruda, Ángel González, José
Hierro, los cuentistas puertorriqueños, Maupassant, Philip K. Dick… En fin, la
lista es larga. Y sin lugar a dudas en la etapa primaria de este caminar, en el
cual uno no deja de ser aprendiz, esas preferencias se sentían más. Es decir,
que se podrían percolar, hacerse más evidente. Pero con el paso del tiempo
emergen los rasgos que dan perfil a la voz propia, al estilo personal de cada
escritor.
Dalia Stella: ¿Qué nuevos proyectos
tienes?
Carlos Esteban: Pronto se publicará mi
libro de cuentos, Catarsis de maletas. Por otro lado, esta educación continua
que me agencio con mi periodismo cultural ha dejado como resultado muchas
páginas. Sé que con el tiempo vendrán los libros que se nombrarán con el nombre
de mis columnas: “En las letras, desde Puerto Rico”, “Breves en la cartografía
cultural”, “Aquí, allá y en todas partes”, “Crónicas urbanas”, “En crítica de
libros”… Por supuesto que también tengo mis cuadernos poéticos y dos novelas en
curso… Así que necesitaría una sabática de años para poder organizar todo ese
trabajo como quiero…
Dalia Stella: Si tuvieras que elegir tres
palabras con las cuales definir tu obra, ¿cuáles serían?
Carlos Esteban: Diría que esas tres
palabras son ‘Intento’ ‘Ser’ y ‘Humano’ con todo la gradación que implican cada
una de ellas, en una dirección u otra…
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Carlos Esteban Cana – Comunicador y escritor. Nació en Bayamón, Puerto Rico, pero se crió en el pueblo costero de Cataño. Fundador de la revista y colectivo TALLER LITERARIO, publicación alternativa que marcó la última década de creación literaria boricua en el siglo XX. Ha trabajado en el Instituto de Cultura Puertorriqueña como Coordinador Editorial, Director de Prensa para la V Feria Internacional del Libro de Puerto Rico y como Coordinador de Medios para el Encuentro de Escritores De-Generaciones. Su periodismo cultural ha sido publicado en periódicos y publicaciones como Dialogo, Cayey, CulturA, El Nuevo Día, y Resonancias, entre otras. Fue parte del colectivo El Sótano 00931. Colaboro con el poeta Julio Cesar Pol, junto a Nicole Cecilia Delgado y Loretta Collins, en la antología Los Rostros de la Hidra.
Su periodismo cultural es reproducido en diversos espacios y bitácoras cibernéticas, con columnas como: Breves en la cartografía cultural; Aquí allá y en todas partes; Crónicas urbanas y el boletín En las letras, desde Puerto Rico, en bitácoras como Confesiones, Sólo Disparates: buscando la luz al final del túnel, Panaceas y placebos, Boreales, Revista Isla Negra y en periódicos como El Post Antillano. Tiene tres libros publicados: Universos (micro-cuentos); Testamento (antología poética; una selección de 46 cuadernos) y Catarsis de maletas (cuentos). Actualmente reside en la ciudad de Nueva York y desarrolla la plataforma multi-mediática Servicios de Prensa Cultural. Para Carlos Esteban Cana profesar creación y cultura es como recibir oxígeno; vehículos que le permiten ejercer su libertad.
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