Si le diera
Si al rocío alucinante le diera
con humedecer tus labios que me amanecen
con arropar tu universo que me enloquece
yo tomaría mis espadas, mis sanchos y mis lanzas
derrotando tus molinos como caballero valiente
y le haría la guerra a tus locuras y manchas.
Si a la lluvia invasora le diera
con llorar tu sombra helénica
con acariciar tu cabellera poética
yo saldría sin caballo de madera y sin talones
a conquistar todos tus llanos serenos y tus montes
y le haría la guerra a tus iliadas y odiseas.
Si al viento juguetón le diera
con levantar la falda de mi espera
con rozar tus nalgas que prenden mi hoguera
yo inhalaría hasta llenar tus malos pensamientos
creando en tu pelvis dibujos de tus gemidos y alientos
y le haría la guerra a tus huracanes y tornados sedientos.
Si a la luna revoltosa le diera
con trazar tu espalda con más de cincuenta sombras
con borrar los puntos cardinales de tus cálidos besos
buscaría las anastasias de tus seductoras memorias
combinando tus cinco sentidos con el látigo de tu boca
y le haría la guerra a los sudores que tu cuerpo provoca.
Si al sol imprudente le diera
con derretir tu piel de dulce de leche
con cambiar colores en tus ojos de nueces
viajaría al espacio espacial de tus orejas
apagando tus dudas que estrellas en la punta de mi lengua
y le haría la guerra a tus supernovas con mis nebulosas treguas.
Oye… pero un momento,
si apago el sol nos enfriamos el cuerpo
y se acaba esta guerra de sudores y movimientos.
¡Ay no!, retiro lo dicho y sigo de guerrero…
Que venga más
Por el trasnoche de anoche
y el amanecer de esta nueva mañana.
Que venga más
agua contra la corriente
que vengan más
gatos vestidos de negros
que vengan más
escaleras sobre las cabezas
que vengan más
conejos sin patas de la suerte.
Que vengan que vengan.
Que venga más
desamores enamorados
que vengan
desilusiones con esperanzas
que vengan
besos de sal y pimienta
que venga más
cuerpos compuestos de amor y cal.
Que vengan que vengan.
Que vengan
Encuentro de escritores: Luis Rafael Sánchez junto a Luis Antonio Rodríguez (LARO) |
los “co-workers” clonados
que vengan
las tareas irrealizables
las computadoras impersonales
y los emails encadenados
a conciencias insalvables.
Que vengan que vengan
Que vengan
los gobiernos desgobernados
que vengan
la justicia prostituta
y los violadores abogados
que vengan
la policía “al servicio de capos”
y los jueces que se permutan.
Que vengan que vengan.
Que vengan
y traigan el barco
que se atrevan a venir
que ya me vine
que ya me fui
que ya llegue
y los estoy esperando
con el pecho en alto
y el rabo de lado a lado.
Soy naturaleza
En mi suspiro
en mi sueno autóctono,
en mi ombligo
en mi pecho ardiente
soy naturaleza.
En mis vísceras polvorientas y liberadas
en mi sudor
al amanecer
al atardecer
soy naturaleza.
En mi sonrisa y en la tuya
en mi albedo y en my sombra
en mi sol y en mi instinto
en mi luna
en mi razón
y en mi ternura
soy cielo ave
rio transparente.
Soy alisio y cordillera
mar y estrella polar
y hojas bañadas
de rocío
soy frio
y calor en invierno
jardín corpóreo
troposfera ardiente
que guardan un silencios.
Pero es bien sabido
- más que todo -
que soy coloquio de venas
certidumbre penetrante
tierra efervescente
soy realidad y vida abierta
porque soy
naturaleza.
Publicado en el libro Entre la sombra y el albedo, de Luis Antonio Rodríguez (Laro), 1996
Poema incluido en la antología Ecología y Poesía, del Dr. Manuel de La Puebla, San Juan Puerto Rico 1998
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Luis Antonio Rodríguez (LARO) - Escritor y fotógrafo puertorriqueño. Ha cultivado la poesía y la narrativa desde muy joven. Durante la década de los noventas, fue incluido por el Poeta y Humanista don Manuel de la Puebla en la antología mundial Ecología y poesía, también fue de los escritores que se desarrolló en torno al colectivo y revista Taller Literario. Su trabajo creativo ha sido reproducido por diferentes bitácoras y páginas cibernéticas, y creadores como el narrador Angelo Negrón, la artista Tanya Torres, la gestora cultural Raven Blackstone, el poeta Eric Landrón y el editor Caronte Campos Eliseos, se han ocupado de difundir su obra. LARO, como se le conoce, ha sido invitado a participar de importantes eventos en librerías y centros culturales de Nueva York, Filadelfia y Puerto Rico. Tiene dos poemarios publicados: Entre la sombra y el albedo (1996) y Versos clandestinos (2001). Actualmente se ocupa de dar los últimos detalles a Historias del ir y venir, su colección de cuentos, y a la novela La noche larga de aquel día. Algunos críticos han destacado el valor de la poesía ecológica de Luis Antonio Rodríguez (Laro), en la que privilegia temas diversos, como la defensa del ambiente y la protección de la naturaleza, en una poética muy propia, desarrollada por los años. Acerca del arte de la imagen y la metáfora LARO manifiesta: “El poeta hace lo que el fotógrafo con su cámara: refleja la vida, plasma los momentos”.
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