En una entrada anterior escribí sobre las maneras que a mi
entender, si es que entiendo algo, se puede someter un pueblo a la voluntad de
otra nación con mayores poderes. En esta
ocasión vuelvo sobre lo mismo, porque a falta de creatividad e innovación, un
refrito repetitivo sobre lo mismo, siempre es una buena opción.
Solo me resta decir que espero, al igual que en aquel primer
listado, podamos identificar si algún país cercano a nuestros lares, ha
padecido o padece, por algunas de estas prácticas imperialistas:
1. Dominar
económicamente los organismos internacionales, de manera que estén supeditados
a la voluntad de la nación interventora, a manera de evitar cualquier intromisión
durante el proceso de apoderamiento.
2. Establecer
las operaciones de las agencias de espionaje e inteligencia desde el punto más
íntimo del objetivo a dominar.
3. Financiar los
operativos de los grupos opositores locales, con el fin de crear desestabilización
social.
4. Crear espejos
de los medios de información y de comunicación, a modo de llevar a confusión a
los nacionales, con noticias inventadas, manipuladas o completamente
falsas. (Puede incluir imágenes de
eventos que nunca ocurrieron).
5. Emplear el
uso de falsos positivos. Es decir,
atribuir acciones y/o palabras a ciertas personas o grupos de personas, que no
tienen la posibilidad de defenderse o desmentir la atribución. (Preferiblemente personajes secuestrados,
desaparecidos, o simplemente muertos en circunstancias no muy claras).
6. Tomar
represalias (políticas y económicas) contra los países y organizaciones que
mantengan cualquier tipo de relación con el objetivo principal.
7. Implementar
una especie de encerrona o embargo económico, para que la población de la cual
se quiere apoderar, comience a sufrir las consecuencias directas de la
resistencia de su propio gobierno. De
esta manera, se logra atraer adeptos al plan de dominación.
8. Implementar
operaciones de falsas banderas. Esto es,
llevar a cabo actos de violencia, ataques terroristas o actos vandálicos, en el
propio territorio para atribuirlos al oficialismo de nación que se quiere
desbancar.
9. Mover toda la
maquinaria militar hacia el objetivo, con el fin de crear tensión en toda la
zona donde este ubica. Para esto se
utiliza como pretexto o excusa el criterio número ocho (8).
10. Sumergir los
naturales del país a ser invadido, en un evento Cisne Negro, con repercusiones
psicológicas magnificas. De esta forma
verán con otros ojos la invasión militar, y quien sabe, tal vez hasta la
consientan.
Siempre que termino de escribir una entrada como esta, me siento más
sumergido en la depresión perenne en la que vivo. Estoy llegando a la conclusión de que voy a
tener que seguir los consejos de mi psicoanalista y de mi pastor, y alejarme un
poco de la lectura secular. Tal vez
tienen razón y debo buscar entretenimiento y refugio en la televisión y la
biblia (No respectivamente).
¡Levántate y anda!
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