jueves, 30 de mayo de 2013

Otras diez formas de dominar un pueblo

por  Caronte Campos Elíseos



En una entrada anterior escribí sobre las maneras que a mi entender, si es que entiendo algo, se puede someter un pueblo a la voluntad de otra nación con mayores poderes.  En esta ocasión vuelvo sobre lo mismo, porque a falta de creatividad e innovación, un refrito repetitivo sobre lo mismo, siempre es una buena opción.

Solo me resta decir que espero, al igual que en aquel primer listado, podamos identificar si algún país cercano a nuestros lares, ha padecido o padece, por algunas de estas prácticas imperialistas:


1.  Dominar económicamente los organismos internacionales, de manera que estén supeditados a la voluntad de la nación interventora, a manera de evitar cualquier intromisión durante el proceso de apoderamiento.

2.    Establecer las operaciones de las agencias de espionaje e inteligencia desde el punto más íntimo del objetivo a dominar.

3. Financiar los operativos de los grupos opositores locales, con el fin de crear desestabilización social.

4.   Crear espejos de los medios de información y de comunicación, a modo de llevar a confusión a los nacionales, con noticias inventadas, manipuladas o completamente falsas.  (Puede incluir imágenes de eventos que nunca ocurrieron).
  
5.   Emplear el uso de falsos positivos.  Es decir, atribuir acciones y/o palabras a ciertas personas o grupos de personas, que no tienen la posibilidad de defenderse o desmentir la atribución.  (Preferiblemente personajes secuestrados, desaparecidos, o simplemente muertos en circunstancias no muy claras).

6.  Tomar represalias (políticas y económicas) contra los países y organizaciones que mantengan cualquier tipo de relación con el objetivo principal.

7.  Implementar una especie de encerrona o embargo económico, para que la población de la cual se quiere apoderar, comience a sufrir las consecuencias directas de la resistencia de su propio gobierno.  De esta manera, se logra atraer adeptos al plan de dominación. 

8.   Implementar operaciones de falsas banderas.  Esto es, llevar a cabo actos de violencia, ataques terroristas o actos vandálicos, en el propio territorio para atribuirlos al oficialismo de nación que se quiere desbancar.

9.     Mover toda la maquinaria militar hacia el objetivo, con el fin de crear tensión en toda la zona donde este ubica.  Para esto se utiliza como pretexto o excusa el criterio número ocho (8).

10.  Sumergir los naturales del país a ser invadido, en un evento Cisne Negro, con repercusiones psicológicas magnificas.  De esta forma verán con otros ojos la invasión militar, y quien sabe, tal vez hasta la consientan.

Siempre que termino de escribir una entrada como esta, me siento más sumergido en la depresión perenne en la que vivo.  Estoy llegando a la conclusión de que voy a tener que seguir los consejos de mi psicoanalista y de mi pastor, y alejarme un poco de la lectura secular.  Tal vez tienen razón y debo buscar entretenimiento y refugio en la televisión y la biblia (No respectivamente).

¡Levántate y anda!





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