Entre los disparates que regularmente dan
vuelta en mi mente diariamente, en esos momentos de relajación y esparcimiento
personal, surgen ideas noveles sobre ciertos temas que para nosotros son
totalmente ajenos. Digo nosotros, refiriéndome
a la clase puertorriqueña local, y un poco, a los que están en la diáspora. Entre esos absurdos, comparto con ustedes las
quince formas que tiene un gobierno de arruinar un país, con o sin la cooperación
de sus naturales.
Dado que estos puntos pueden resultar desconocidos
para muchos, usted puede realizar su propia búsqueda, a manera de intentar
identificar algunos lugares donde estos se hayan materializado. Disculpen el hecho de que no les ofrezca más
datos sobre los mismos, es que carezco de referencia cercanas a nuestros lares.
15
maneras de arruinar un país
- Imponer un sistema legislativo compuesto por dos cámaras. Una compuesta por senadores, y otra, por representantes. Aún en contra de la voluntad y deseo expresado por voto mayoritario de la ciudadanía, de Una sola Cámara
- Fomentar la dependencia del pueblo con aparentes ayudas económicas.
- Limitar y desalentar el esparcimiento de la cultura, las artes, y los talentos.
- Truncar los sueños de superación, consintiendo la deserción escolar y el ocio.
- Cercenar las capacidades del Sistema Educativo, haciéndolo totalmente estéril.
- Inventar una historia ficticia y difundirla como leyenda urbana hasta hacerla realidad en las mentes de todos y todas, incluso en las propias.
- Encarecer y privatizar la educación universitaria de manera que se proyecte inaccesible.
- Promover el desempleo como catalizador de las fuerzas armadas de otra nación.
- Ralentízar la forma en que se ofrecen los servicios primordiales, y la manera en que se atienden las necesidades básicas de la población.
- Entregar la salud del pueblo a manos de empresas aseguradoras, que solo les preocupe su salud financiera y asegurar sus propios intereses.
- Utilizar los cuerpos de seguridad para evitar cualquier manifestación en contra de la gestión gubernamental.
- Regalar, Vender, Alquilar y/o Privatizar parte de los bienes nacionales.
- Minimizar las áreas y oportunidades de desarrollo físico y mental.
- Imponer a los ciudadanos toda la carga económica del país, incluyendo la de la clase alta.
- Votar cada cuatro años por los arquitectos de ese andamiaje, sin otras consideraciones, que no sea el fanatismo político o religioso.
Esto es solo una
muestra de la bazofia que muchas veces se me ocurre. Nada interesante, pero al menos puede darnos
una perspectiva de lo que, quizás esté sucediendo en otros países. Espero que nunca nos toque vivir ninguno de
los escenarios mencionados. Sería triste para mi saber que, los disparates que
tengo en la mente son nuestra realidad.
¡Levántate y anda!
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